El linaje que hoy nos ocupa ya
lo hemos estudiado con anterioridad, no obstante quisiéramos profundizar en
determinadas cuestiones genealógicas, que sirven para reconstruir parte de su
historia. Como ya dijimos en alguna ocasión, la familia Campos alcanzó cierta
entidad en Buenache de Alarcón durante la segunda mitad del siglo XVI.
Desconocemos su lugar de procedencia, sólo sabemos que sus progenitores
esparcen una variada línea de descendientes a través de su hija María. Será
pues a partir de las generaciones posteriores cuando se establecerán nexos
bastante estrechos con el brazo eclesiástico, ya que irán ordenándose
diferentes familiares, que adoptando los bienes adquiridos por los Rentero tras
su matrimonio con María de Campos, darán pie a una estirpe de religiosos, que
proyectarán el apellido de la familia dentro del municipio.
Esta María era hermana del
padre don Domingo de Campos, clérigo de la villa fallecido en 1595, y que tuvo
también por hermano a Juan Ibáñez de Campos (quien heredaría buena parte de su
fortuna). Los tres hermanos eran hijos de Mingo de Campos y María de Ibáñez.
El citado Domingo fue todo un
personaje con mucha historia, que mandó en su testamento celebrar 626 misas,
además de realizar una casulla rojo-violeta para la iglesia, crear tres
memorias perpetuas y dar limosna a los pobres el día de Nuestra Señora de la
Concepción. No olvidemos que una de estas memorias era para socorrer a todas
las descendientes de su familia que necesitaban ayuda económica. Domingo llegó
a enterrarse en la misma sepultura de doña María de Andrade (la que fuera ni
más ni menos que Señora de Buenache de Alarcón). La relación de Domingo con la
aristocracia local era más que evidente, hasta el punto de que veremos cómo su
hermano acabará asociándose con la nobleza externa de las tierras manchegas.
Estando Juan con miras fuera de
Buenache, y Domingo ejerciendo como cura, María sería la que aprovechará parte
del rico patrimonio que le concederá su hermano, para así fusionarlo en la casa
de los Rentero-Campos, que como indicábamos, permitió la ordenación de diversos
eclesiásticos que se apoyaron sobre los bienes que originariamente eran de
Domingo.
En la partida de defunción del
citado párroco, y que data de 1595, ya se nombra como patrón sustituto de sus
memorias a Diego Rentero, su sobrino, hijo de María y esposo de Francisca
Lozano. Será a partir de esta línea de descendientes cuando el linaje comenzará
a ocupar puestos dentro del clero local.
Sabemos que un nieto de Diego
Rentero y Francisca Lozano, fue José García Rentero, marido de Ana Valera, quien
fallece en los años setenta del siglo XVII, con pago superior a 200 misas, y
que nombra como hermano al Licenciado Diego Rentero.
Línea
recta de varón de los Rentero de Buenache de Alarcón. Genealogía familiar
(elaboración propia)
Parece ser que la línea de los
párrocos ya no sólo adoptará el apellido de los Rentero de Campos, sino que
también el nombre de Diego, desconocemos si esto ya iba implícito en alguna
cláusula, pues curiosamente el hijo de José García y Ana Valero fue el Licenciado
Diego Rentero de Valera, otro personaje de notable interés, que falleció en
1690, solicitando la realización de 324 misas. La aparición de hombres
destacados en esta familia seguirá produciéndose hasta entrado el siglo XIX, tras
ocupar alcaldías y puestos del clero municipal.
David
Gómez de Mora
Referencias:
* Archivo Diocesano de Cuenca,
Libro I de defunciones (1571-1592), Sig. 24/37, P. 585
* Archivo Diocesano de Cuenca,
Libro III de defunciones (1629-1693), Sig. 24/39, P. 587
* Archivo Diocesano de Cuenca,
Libro I de la fundación de Domingo de Campos, (1626-1786), Sig. 24/46, P. 594
* Genealogía de la familia
Gómez-de Mora Jarabo
* Gómez de Mora, David (2018).
Las élites de Buenache de Alarcón siglos atrás. Notas personales y apuntes
genealógicos. En: davidgomezdemora.blogspot.com