Desde tiempos antiguos
en los que comenzamos a tener las primeras referencias documentales de linajes
asentados en este municipio a través de los libros eclesiásticos y traslados
notariales, apreciamos la consolidación de determinadas familias, que guardan
una clara conexión genealógica, como resultado de un conjunto de intereses
cruzados, entre los que coexistían el de medrar y mejorar socialmente.
La consecución de
fundaciones eran una baza segura para quienes deseaban asegurarse la tenencia
de un conjunto de bienes sobre los que poder formarse como capellán, o disponer
de recursos para trabajar y generar riqueza.
Entre los que podríamos
denominar como grandes propietarios de este lugar, destacaríamos dos familias,
la de los Reyllo y la de los García Redondo. Ambas tienen en común el hecho de
concentrar vínculos patrimoniales con una producción que podía superar más de
un centenar de hectáreas.
Sobre los primeros
hemos dedicado más de un artículo, considerándolos una familia destacada de la
nobleza conquense, que tras un primer estadio en el que medraron y consiguieron
su reconocimiento dentro del ámbito local, traspasaron la frontera comarcal
tras su entronque con linajes de la aristocracia conquense, que les llevaron a
alcanzar cotas inimaginables en un lugar como del que procedían, y que hasta el
mismo Mártir Rizo no pasaría por alto.
Los Reyllo según su
relato familiar procedían de Arcas, argumentando que descendían de un capitán
de caballos, cuyo hijo tras casar con Estefanía de Silva, se instaló en
Buenache. Su descendencia entablará enlaces con gentes de la pequeña nobleza
local, junto otras casas de la burguesía local, que a través de la Iglesia y el
Santo Oficio les ayudarán a adquirir cierto protagonismo.
La cima de su éxito se
culmina con la creación de una memoria y ejecución de una capilla dentro de la
misma Iglesia de San Pedro de Buenache por parte del que fuera Prior de Belmonte,
don Diego de Reyllo. Este personaje creó dos capellanías para la referida
capilla y que tenía por advocación a Nuestra Señora de la Concepción.
El poder de Diego queda
atestiguado en la fundación de un mayorazgo, donde aprovechando sus rentas
manda elaborar “una imagen de bulto y un
retablo proporcionado a la dicha capilla con reja y puerta de hierro y llaves
(…) junto con dos cálices, junto otro altar de San José con un cuadro dorado
del Santo, además de una lámpara de plata” (ADC). La obra se encarga al
maestro Bernardo de Soria, vecino de Honrubia.
Por la documentación
sabemos que uno de sus opositores y capellán fue el Comisario Julián de Moya
Lozano, familia de la pequeña burguesía local, que también tuvo un peso
importante. Además de los Reyllo, otro de los grandes propietarios que aglutinó
un conjunto de bienes que pudo superar las 100 hectáreas fue Pedro García
Redondo.
Dicha fundación la
controló el licenciado don Pedro García de Reyllo, hecho que de nuevo emparenta
las dos grandes casas de terratenientes bonacheros. Sabemos que un Pedro García
Redondo (no sabemos si él u otro del mismo linaje) casó con Ana Ramón. Ana
testó en 1634, mandando la creación de un patronato de legos, en el que se
adscribirán unos 50 almudes, fundamentalmente de trigo, junto casas y viñedos.
Además de estos dos
linajes, veremos otro tipo de figuras fundacionales. Será el caso de medianos
propietarios con producciones que irán entre los 90-270 almudes de cereales. En
este grupo estarían los Moreno, una familia de terratenientes, que en algunos
casos al subdividir sus tenencias para multiplicar sus fundaciones entre
descendientes, disminuyeron sus producciones finales, no obstante, si las sumamos
de manera conjunta, representarían las más grandes del lugar.
Esto les llevó a que
durante el siglo XVIII, fuesen junto con los Barambio, los linajes más
representativos, además de los Rentero, familia sobre la que hemos dedicado
algunas líneas en diferentes artículos.
Por lo que concibe a
los Moreno, hemos de distinguir entre las fundaciones de los Ximénez Moreno,
Moreno de la Fuente y Saiz-Moreno. Los primeros crearon un vínculo y patronato,
a través del Licenciado Francisco Ximénez Moreno, quien llegó a ser Comisario
del Santo Oficio, presbítero racionero de la Catedral de Cuenca y Mayordomo de
la Mesa Capitular Catedralicia. Éste mandó ser enterrado en la misma Catedral conquense,
en la sepultura donde yacía el racionero Simón López Salonarde, también oriundo
de Buenache, y de linaje sobradamente conocido.
La buena posición del fundador
ya le venía de familia, pues su tío era el Licenciado Francisco Ximénez. Además
no hemos de olvidar que su sobrina, hija
de su hermano Alonso Ximénez Moreno, casó con el noble conquense don Juan de
Solana, familia de hidalgos que potenciaron más si cabe unas influencias y contactos
con el clero de la capital, hasta el punto de que consiguieron el privilegio de
poder alzar una capilla privada dentro de su hogar y que luego mandarán que se
traslade a la Iglesia de San Pedro (la del Cristo de la Viga).
El acto de confirmación
del traslado quedó registrado. Sabemos que los Regidores Capitulares del
Consejo, y que eran Diego de Rojas y Alonso de Valladolid, fueron nombrados
como patrones, siendo sus mayordomos el Licenciado Marcos Pérez Ximénez y el
médico don Miguel Burriel (ADC). La imagen se pudo trasladar gracias a la licencia
que dio el Ilustrísimo Señor don Alonso Antonio de San Martín, Obispo de Cuenca
hasta su fallecimiento en 1705, y que era hijo natural (no legítimo) del Rey
Felipe IV y Mariana Pérez de Cuevas.
El Cristo de la Viga
era muy querido en Buenache por decirse de él que en diversas ocasiones había
materializado numerosas súplicas y beneficios a aquellos devotos que se
acercaban a sus pies. Sabemos que además de esta talla había otras piezas, que
también se mandan trasladar cuando el último de los dos representantes del matrimonio
fallezca. Una era una imagen de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.
Finalmente, fue deseo expreso de los señores Solana-Ximénez, que el día de la
donación de las piezas, esta se efectuara durante la festividad de la
presentación de Nuestro Señor y Purificación de su Santa Madre, llevándose finalmente
a cabo el dos de febrero de 1716.
La familia de los
Moreno de Buenache, de acorde a nuestras investigaciones genealógicas, vemos
que se hallaban conectados con la casa de los López-Moreno, quienes sellaron
alianzas matrimoniales con otra familia de labradores, los Ramón. Estos
desvincularán una parte del patrimonio, en forma de fundaciones. En este
sentido, los Ramón intentarán aprovechar la influencia de los Moreno, no
obstante, estos guardando las distancias, harán prevalecer sus intereses,
exigiendo así por escrito como condición que los propietarios que porten sus
bienes, deberán anteponer el apellido Moreno a cualquier otro. Esto motivará
que algunos representantes de la familia Ramón apoyen sus fincas sobre lotes
diferentes y más modestos, donde siguiendo con la misma fórmula, sólo podrán poseerlos
aquellos que sostengan el apellido de su fundadora, la señora Ramón.
Buenache
de Alarcón. Wikipedia.org
El Licenciado Francisco
Ximénez Moreno, menciona como antecesores de sus propiedades a Pedro Moreno y
María Ramón, personajes ya del siglo XVI de los que heredó parte de las tierras
que tenía adscritas a su fundación. No olvidemos que la abuela del licenciado era
María Ramón, casada en 1583 con el señor Francisco Ximénez, siendo ésta hija de
Alonso Moreno y María de Lucas. Será pues la ascendencia de ese Alonso, la que
siguiendo nuestros apuntes genealógicos conecta con la casa de la familia
Moreno-Ramón.
En cuanto a esta
estirpe, nos interesa el caso de los Moreno de la Fuente, cuya línea nos lleva
hasta la capellanía fundada por don Miguel Moreno de la Fuente, constituida por
varias casas y más de 180 almudes de cereales de producción. Miguel tuvo un
hermano que creó otro patronato de bienes, se trataba de Fernando Saiz Moreno, alcalde
de Buenache de Alarcón en diversas ocasiones. Miguel y Fernando descendían de
la línea de Fernando Saiz Moreno y Quiteria Cano, ricos propietarios, cuya descendencia
establecerá nexos muy estrechos con las otras líneas de Moreno que los acabarán
emparentando en sucesivas ocasiones, tal y como ya adjuntamos en las
genealogías referentes de nuestro trabajo sobre las élites de Buenache de
Alarcón.
Resultan interesantes
estas relaciones que comentamos, ya que el anteriormente referido Licenciado
Francisco Ximénez Moreno, tuvo por cuñada a Juliana García Rentero, hija de
José García Rentero y Ana Bermejo, así como hermana del rico propietario Pedro
García Redondo, y cuyo linaje también hemos mencionado en este artículo. Sabemos
que el padre de Juliana celebró al menos dos nupcias, siendo éste hijo de Diego
Rentero y Juliana García, abuela paterna de la que tomará su nombre la cuñada
del Licenciado, esto convertía pues a dicha Juliana como tataranieta de Diego
Rentero y María de Campos, siendo pues su tío-tatarabuelo don Domingo de Campos
(Gómez de Mora, 2019).
Don Domingo llegó a
enterrarse en la misma sepultura de doña María de Andrade (la que fuera ni más
ni menos que Señora de Buenache de Alarcón). La relación de Domingo con la
aristocracia local era más que evidente, hasta el punto de que veremos cómo su
hermano acabará asociándose con la nobleza externa de las tierras manchegas
(Gómez de Mora, 2018).
Obviamente su hermana
María supo aprovechar el poder de la familia, de igual modo que su cónyugue
Diego Rentero, quien creó un nuevo linaje con la fusión de ambos apellidos, y
que sabiamente supo aglutinar en una fundación, conocida como vínculo del
Licenciado Diego Rentero de Campos, presbítero que testó en 1655, y que
reconocía como tío suyo a Pedro García Redondo.
No olvidemos tampoco
que Ana Ramón, creó un patronato de legos tras efectuar su testamento en 1634, casando
mucho antes con Pedro García Redondo, lo que de nuevo volvía a enmarañar los
lazos entre las casas de los Moreno, Ramón, García Redondo y Rentero de Campos,
pues al fin y al cabo, ese era el objetivo primordial: establecer nexos de
consanguinidad entre familias labriegas que a través de sus fundaciones
pudieran generar capellanías, que sirvieran para tener a hijos dentro del
clero, de este modo proyectarlos tanto a ellos como al nombre del linaje, y
quien sabe si con posibilidades de dar en un futuro un salto más allá del radio
local y meter la cabeza en las altas esferas de la Inquisición conquense o en
su seno catedralicio, teniendo de por sí la tranquilidad de contar con una
serie de representantes en la familia que pudieran rezar por sus almas, lo que
daba un plus de estatus todavía más si cabe y la confortabilidad de encontrar
la salvación espiritual de sus integrantes. Una auténtica arma de doble filo.
Otros de los
controladores destacados de patrimonio agrícola que hubo en la localidad,
fueron algunos representantes de la casa Barambio. Recordemos que el Doctor Don Francisco de
Barambio, fundó un vínculo y un patronato de legos. Éste fue capellán mayor del
Convento de las Capuchinas de Madrid. Don Francisco era hijo de Francisco de
Barambio y María Saiz de Piqueras, quienes ya fundaron uno en 1661, concretamente
su padre Francisco, junto con su hermano, el tío del capellán, y que era Miguel
de Barambio. Sumando conjuntamente todas las fundaciones, éstas aglutinaban
propiedades con más de 200 almudes de grano de trigo, a ello habría que incorporar
casas y viñas, que incrementaban el valor de aquellos vínculos.
Mientras tanto otras
familias de medianos propietarios agrícolas adoptaban una estrategia similar.
En ese sentido, a principios del siglo XVII los Alcaraz contaban con más de 50
hectáreas por la fusión de los vínculos de Pedro Alcaraz de Monteagudo y de
Bartolomé Redondo. La fundación estuvo controlada por el Licenciado Joaquín de
Alcaraz, gracias a las tierras aportadas por sus mencionados padre y tío. De
extensión un poco más modesta era la de los Merchante, pero cuyas raíces ya
podrían remontarse al siglo XV, cuando Pedro Merchante, bisnieto del creador de
esa fundación y miembro del Santo Oficio, en 1589 fundó un vínculo que
ampliaba las posesiones del linaje. Su esposa Juana Gómez creó también un
patronato de legos. El hijo de ambos, Felipe Merchante Gómez, fue alférez en
Quintanar, y su hermana Magdalena estableció enlace con Martín Donate, vecino
de ese lugar y miembro de una familia que también se movía en el mismo círculo
social. En ese mismo enclave los Merchante contaban con una capilla privada.
Sobre este linaje ya ampliamos más información en un artículo publicado el año
pasado que llevaba por título: “Notas
genealógicas sobre el Santo Oficio en la villa de Buenache de Alarcón”
(2018-B).
Tampoco se nos debe de
pasar por alto el caso de los López de Gonzalo, otra familia que recientemente
estudiamos, y cuyos orígenes labriegos se alzan en Buenache, gracias al ascenso
establecido con diferentes casas de la nobleza circundante como los Pozo y los
Saiz de Gonzalo, quienes les dieron un estatus que los catapultó tras su
entronque final con los Burriel, linaje que destacó en el ámbito político y que
representarán una casa aristocrática, donde mayoritariamente desde el
liberalismo, triunfarán en la vida política y militar algunos de sus
integrantes durante el siglo XIX. No olvidemos que la sobrina del antes
referido Licenciado Francisco Ximénez-Moreno, casó precisamente con don Marcos
López de Gonzalo. Fenómeno que volvía a estrechar lazos entre los grandes
linajes de Buenache.
Ya en un plano
inferior, tendríamos otros pequeños terratenientes, que también consiguieron
medrar, además de vincular sus bienes y parentesco con familias tratadas en
este artículo. Es el caso de los López-Ximénez, quienes en 1643, por mediación
del testamento de Marcos López Ximénez, dejaron un vínculo que recaerá sobre
Sebastián Hortelano, donde estarían aparejados más de setenta almudes de
cereales. Caso similar será el de Elvira de la Parra, quien fuera mujer de
Miguel Moreno de la Fuente, y que por su lado prefirió crear un vínculo y
patronato de legos con el patrimonio que albergaba, sumando una extensión de 20
hectáreas aproximadamente.
David
Gómez de Mora
Referencias:
- Archivo Diocesano de
Cuenca. Fundaciones de Buenache de Alarcón (1657-1697). Sig. 24/48. P-596
- Archivo personal. Apuntes
genealógicos sobre la familia Gómez-de Mora.
- Gómez de Mora, David
(2018). Las élites de Buenache de Alarcón
siglos atrás. Notas personales y apuntes genealógicos. En:
davidgomezdemora.blogspot.com
- Gómez de Mora, David
(2018-B). Notas genealógicas sobre el
Santo Oficio en la villa de Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com
- Gómez de Mora, David
(2019). La familia Campos-Rentero en Buenache de Alarcón. En:
davidgomezdemora.blogspot.com