Desde el siglo XVI tenemos
constancia de que una familia de labradores bonacheros comienza a medrar
socialmente. Sus enlaces con linajes locales y la tenencia de patrimonio en
bienes raíces, les permite expandir su influencia de manera contundente dentro
del ámbito local en el que residían.
Su vinculación con la familia
Moreno, y que del mismo modo guardaba muchos paralelismos por lo que concibe a
sus señas socio-económicas, les permitió despuntar, y lograr celebrar enlaces
con familias destacadas externas al municipio.
El linaje coge fuerza a través
del Licenciado Francisco Ximénez Moreno, quien llegó a ser Comisario del Santo
Oficio, presbítero racionero de la Catedral de Cuenca y Mayordomo de la Mesa
Capitular Catedralicia. Éste mandó ser enterrado en la misma Catedral
conquense, en la sepultura donde yacía el racionero Simón López Salonarde,
también oriundo de Buenache, y de linaje sobradamente conocido.
El enlace de su sobrina con un
noble de la ciudad de Cuenca llamado Juan de Solana, marcó un precedente que catapultó
a la familia. No olvidemos que ya previamente los Ximénez se dejaron ver en la catedral
de Cuenca, pues el Licenciado Francisco Ximénez se codearía con las altas
esferas del clero provincial
Obviamente este tipo de
amistades y alianzas se materializarán en determinadas acciones, una creemos
que tuvo que ser la obtención del privilegio de poder alzar una capilla privada
dentro de la casa de su sobrina y que luego se mandará trasladar a la Iglesia
de San Pedro (la del Cristo de la Viga), con su propia sacristía.
Imagen
del Santo Cristo de la Viga de Buenache de Alarcón. En: cristodelaviga.blogspot.com
El acto de confirmación del
traslado quedó registrado, por ello sabemos que los Regidores Capitulares del
Consejo, y que eran Diego de Rojas y Alonso de Valladolid, fueron nombrados
como patrones, siendo sus mayordomos el Licenciado Marcos Pérez Ximénez y el
médico don Miguel Burriel (ADC). La imagen se pudo portar gracias a la licencia
que dio el Ilustrísimo Señor don Alonso Antonio de San Martín, Obispo de Cuenca
hasta su fallecimiento en 1705, y que era hijo natural (no legítimo) del Rey
Felipe IV y Mariana Pérez de Cuevas.
El Cristo de la Viga era muy
querido en Buenache por decirse de él que en diversas ocasiones había cumplido
con numerosas súplicas y beneficios que sus devotos le habían pedido. Sabemos
que además de esta talla había otras piezas, que también se mandan trasladar
cuando el último de los dos representantes del matrimonio falleciera. Una era
una imagen de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. Finalmente, fue deseo
expreso de los señores Solana-Ximénez, que el día de la donación de las piezas,
esta se efectuara durante la festividad de la presentación de Nuestro Señor y
Purificación de su Santa Madre, llevándose finalmente a cabo el dos de febrero
de 1716.
Tenemos una descripción
detallada de las piezas que tenían don Juan de Solana y su esposa Ana Ximénez en
su oratorio privado, que luego serán junto con las tallas trasladadas hacia la
capilla las que se albergarán dentro del templo. Pues como decíamos, además de
una Virgen del Pilar de Zaragoza, había un largo conjunto de objetos, y que se
corresponderían con los usados en el momento de la liturgia, entre los que
entraba la respectiva caja donde iba la talla, acompañada por un bastidor,
cortinas y una cenefa con encajes de plata negros de chamelote de agua azul,
así como todas las alhajas para celebrar misa, a lo que se incluía dos
frontales de altar, varias casullas, unos manteles con encaje, dos pares de
corporales con su caja, dos amitos, un cáliz con patena, una cucharita de
plata, tres purificadores, cinco tafetanes para cubrir el cáliz, una bolsa de
corporales de damasco blanco (uno de ellos verdejo), un misal nuevo con
cubierta, un atril de talla, un ara de jaspe encarnado de media vara en cuadra,
otro de alabastro más pequeño, una sacra, un evangelio de San Juan, dos paños
con altares, una campanilla, una caja en forma de libro para hostiario, otra
caja dorada y jaspeada para introducir el cáliz, una cruz para el altar con una
pintura del Cristo crucificado en la agonía, unas tijeras grandes para cercenar
las hostias, un formón para hacer formas, un papel de oraciones del Amito, así
como demás escrituras, entre las que había papeles del Ánima, matacandelas, una
tarima para el altar y dos candeleros (ADC).
Obviamente, como sucede en este
tipo de elementos arquitectónicos, con el paso de los años sobre el mismo se
irán realizando añadidos y obras que servirían para mejorar el estado del
oratorio, modificando y adaptando la decoración, siendo pues el siglo XVIII un
momento clave en el que se irán efectuando intervenciones, donde el clero y sus
descendientes mejoraron su aspecto.
Tenemos datos de interés
respecto a esta capilla, que nos proporciona en su obra Domingo Terencio (2016,
102), cuando al describir el oratorio comenta que este presenta una planta de
cruz latina, con una cúpula con linterna sobre pechinas en el crucero de líneas
muy sencillas. Añade que los brazos de la cruz se cubren con bóveda de cañón,
teniendo a su entrada en la parte izquierda uno de los brazos una sala cubierta
de arista, que pudo haber sido utilizada como antigua sacristía.
Genealogía
de los fundadores de la capilla privada del Cristo de la Viga. Linaje
Ximénez-Moreno de Buenache de Alarcón (elaboración propia)
El período en el que los
Ximénez gozan de un poder destacado, será especialmente a mediados del siglo
XVII, momento en el que don Alonso Ximénez Moreno, casa en 1652 con doña
Juliana García.
El referido Alonso era hijo de
don Alonso Moreno e Isabel Hortelano, y empleaba el apellido Ximénez en alusión
a su abuelo paterno Francisco Ximénez Martínez, casado en 1583 con María Ramón.
Los abuelos eran a su vez hijos de Francisco Ximénez y Juana Martínez, así como
de Antonio Moreno y María Lucas, respectivamente.
Como decimos esta línea de la
familia es una de las mejor posicionadas, y en ella se evidencia la relación
estrecha que los Ximénez guardaban con el linaje de los López-Moreno, a través
de los que mantuvieron muchas más conexiones de parentesco, que fortalecieron
mutuamente a ambas familias hasta entrado el siglo XVIII.
El alzamiento de una capilla
privada y su posesión dentro de un espacio como la Iglesia del pueblo, son sin
lugar a dudas elementos que favorecían y ayudaban a proyectar a la familia más
allá del marco local. Tengamos en cuenta que el poder establecer alianzas con
familias nobles e invertir sumas de dinero en este tipo de obras, eran un medio
de promoción permanente que ayuda a que los integrantes del linaje gozaran de
una reputación e influencias, que retroalimentaban ese mundo en el que el
intento por mejorar y medrar socialmente era una preocupación cotidiana.
David
Gómez de Mora
Bibliografía:
* Archivo Diocesano de Cuenca. Fundaciones de Buenache de
Alarcón (1657-1697). Sig. 24/48. P-596
* Archivo personal. Apuntes genealógicos sobre la familia
Gómez-de Mora.
* Gómez de Mora, David (2018). “Las
élites de Buenache de Alarcón”. En: davidgomezdemora.blogspot.com
* Gómez de Mora, David (2019). “Datos
sobre linajes y propietarios agrícolas en Buenache de Alarcón durante los
siglos XVI-XVIII”. En:
davidgomezdemora.blogspot.com
* Terencio Silvestre, Domingo (2016).
“Buenache de Alarcón. Arte, Historia y Religiosidad Popular. V centenario del
Archivo Parroquial, 1514-2014”. Ed. Diputación de Cuenca