Bernardino de Cárdenas y Pacheco, conocido como el segundo Duque de Maqueda, es uno de los personajes más relevantes que forman parte de los anales de la nobleza que ha dominado la ciudad de Elche. Ostentó los cargos de Virrey y capitán general de Navarra y Valencia. Y entre sus muchos bienes, se hallaba lo que formaba parte del antiguo Señorío de Elche, el cual le venía por su abuelo Gutierre, cuando la reina Isabel, y que recibió como dote la ciudad ilicitana por parte de su suegro el Rey de Aragón, entendió que como recompensa de los servicios prestados por la familia Cárdenas, gracias a las labores negociadoras de Gutierre (el abuelo de Bernardino) para su casamiento con Fernando el Católico, este enclave con sus territorios adjuntos podía ser una buena manera de mostrar su gratitud. Entre esos varios espacios adscritos, estaban Santa Pola y su isla (Tabarca).
La posición geográfica de Nueva Tabarca le valdrá la función de una escollera natural de inmensas dimensiones, que a su vez protege a Santa Pola cuando azotan fuertes temporales de mar, una avanzadilla perfecta, que distaba a tan solo ocho kilómetros de la población. Como sabemos, la frecuencia con la que aparecían los piratas en muchas de sus numerosas incursiones, hacían de este punto un espacio inseguro, que a falta de pruebas más contundentes que demuestren la presencia de un puesto de vigilancia antes de la llegada de los Duques de Maqueda, nos conducen a un área de recreo, donde los Cárdenas y sus acompañantes se entretenían con la celebración de jornadas de caza. Y es que la isla, siempre ha sido un reservorio de aves, que seguramente junto con conejos, fueron motivo de visitas en muchas ocasiones.
Un estudio genealógico de la familia de don Bernardino nos conduce por su línea recta de varón hasta un linaje que si bien antes del enlace entre los reyes católicos pertenecía a la nobleza, nada tenía que ver con esas ricas estirpes aristocráticas del círculo cortesano. El segundo duque de Maqueda y Marqués de Elche, casó con doña Inés de Velasco, hija del Condestable de Castilla y Duque de Frías.
Pero que a nadie se le olvide que la línea materna de nuestro personaje, arrastra también mucha solera, y es que Mencía Pacheco, era la hija póstuma del Marqués de Villena, quien entre otros títulos portaba el del Ducado de Escano y el Condado de Xiquena. El padre de Mencía, Juan Pacheco, era a su vez hijo de Alfonso Téllez-Girón y María Pacheco, linajes de reputada consideración, ya que si Alfonso era vástago de Martín Vázquez de Acuña, quien llegó a ser alcalde mayor de Lisboa, además de Conde de Valencia de Don Juan y señor de Castrojeriz (en Castilla), Tábua, Sul, Gulfar y Besterios en Portugal, María Pacheco era la hija del Señor de Belmonte, Ferreira de Aves y Penela, además de alcalde de algunas ciudades portuguesas antes de su exilio, como guarda mayor del rey Juan I de Portugal.
Bernardino tenía en mente algunas obras, como la de una acequia que condujera el agua desde el Azarbe de Monteagudo hacia la ciudad de Elche (Espinar, 2019, 292-293). Del mismo modo, una de las preocupaciones del duque, era asegurar la línea marítima de la franja costera, y eso obviamente implicaba el perímetro de la zona de Tabarca, y es que a pesar de que no hemos podido determinar de manera clara que en la isla se construyera cualquier tipo de obra o se rehabilitara algún hipotético edificio que ya pudiera estar presente, si vemos como el Duque de Maqueda “fortificó la costa con torres vigías y refugios y en 1557 levanto el denominado Castillo con amplia plaza de armas en la villa de Santa Pola” (Espinar, 2019, 134).
No cabe duda que don Bernardino sabía de la importancia que suponía proteger esa franja de la costa alicantina, por lo que entendió la necesidad de que Santa Pola contara con una fortificación de tales características, estando por ello complementada con otros puntos de defensa, que venían a ser el primer paso hacia una política de afianzamiento de los dominios familiares. No obstante, y a pesar de esas buenas intenciones, la isla no comenzará a contar con una estructura urbanizada y militar hasta entrado el siglo XVIII.
David Gómez de Mora
Bibliografía:
* Espinar Moreno, Manuel (2019). Noticias sobre la historia de Elche II. Don Gutierre de Cárdenas y herederos, señores de Elche, Crevillente y Aspe. Libros EPCCM. Granada