Hace unos años dedicábamos varías líneas a la historia de la familia
Montes, un linaje prácticamente desconocido, que durante los siglos
XVI y XVII alcanzó cierta relevancia en Buenache de Alarcón. El
apellido lo podremos ver escrito de diversas formas, presentándose
como Monte, del Monte o Montes. Algunos de sus
miembros gozarían de una
buena posición, ejerciendo como médicos o incluso representando la
alcaldía del municipio, tal y como veremos con Cosme del Monte en el
año 1649. Cabe recordar que Cosme tuvo por hijo a Gerónimo Saiz del
Monte, quien también acabará ostentando
el mismo cargo.
Recordemos
que en 1628 Cosme del Monte casó con doña Catalina del Castillo,
cuya descendencia adoptará mayoritariamente el apellido materno, al
ser portador de una hidalguía que poco después catapultaría
socialmente a una parte del clan. Este
Cosme era a su vez hijo de Cosme de Monte Peinado y María Esteban,
personajes indispensables en esta historia, para comprender la
polémica originada tras unas duras acusaciones efectuadas por un
miembro de su familia.
Murillo:
Mujeres
en la ventana
(1665-1675).
Sabemos que en Buenache durante la segunda mitad del siglo XVI vivía una niña llamada María Montes, a la que la gente del pueblo de forma malintencionada se dirigía con el alías de “la Pacheca”. Su historia se refleja en un proceso de Inquisición, en el que leemos como María , se decía que no era hija biológica de Domingo de Montes (esposo de su mujer Ana López), sino que del señor Juan Pacheco.
El
referido Cosme de Monte Peinado, que en
1587 contaba con 46 años, será
de los testigos elegidos en la causa abierta
contra la hija que había mancillado el
nombre de su madre Ana
López. Cosme relataba como él y su
mujer María Esteban
habían visto a Domingo y Ana riñendo
con su hija,
tras haber
renegado ésta la
figura de Dios, además de reprochar
a Domingo que vivía engañado,
incidiendo en que su auténtico
progenitor era el señor Pacheco.
Finalmente
la Inquisición
tomaría
cartas en
el asunto, acordando como decisión
que María fuese reprendida sin autoinformar de su sentencia.
David
Gómez de Mora
Bibliografía:
-Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 207, número 2.393 de la
Inquisición de Cuenca