Una
de las familias conversas que prosperó satisfactoriamente en la
sociedad bonachera de siglos pasados
fue
el linaje de los Santacruz. Una estirpe que representará
a
través de
algunos de sus miembros a varios
de los vecinos que para bien o
para
mal
popularizaron
su
nombre
dentro del municipio, especialmente
a lo largo del siglo XVI. Su
pasado religioso no fue un inconveniente que
les
impidiera
gozar de
cierta reputación, consiguiendo hacerse con el control de una de las
escribanías existentes
en el pueblo además de la vara de alcalde. No cabía
duda de
que
éstos
supieron
rodearse de las mejores influencias, tal
y como veremos en el caso de los
Ruiz de Alarcón (Señores
de Buenache). Parece
que a más de uno de sus ancestros no les
preocupaban
las acusaciones que pesaban
sobre ellos como
portadores de sangre morisca. Manteniendo
así unas aspiraciones sociales,
a
través de las que estrecharon
lazos
con gente que durante aquellas fechas estaba vinculada con el brazo
eclesiástico,
tal
y como fue
el caso de la
familia
Pérez.
Precisamente
en
la investigación sobre la limpieza de sangre del bachiller Pérez,
se acusa a éste de ser ascendiente de conversos por su
parentesco
con
los
Santacruz (AHN) al
ser bisnieto del
señor Pablo
de Santacruz. Otro
caso sonado fue el que afectaba a la descendencia de
Bartolomé de Santacruz, quien
era esposo
de Isabel de Sotomayor. Recordemos que estos Sotomayor invocaban su
asentamiento en tierras zaragozanas, alternando el apellido con los
de otros ancestros como
los
Loaysa y Urrea, a priori dos casas de
notable importancia,
pero de las que seguimos ignorando sus raíces. Lo cierto es que
podemos hacenos
una idea
teniendo en cuenta que Bartolomé fue acusado del mismo modo que
Pablo...
Trascurrido
el siglo XVI los Santacruz ya se habían proyectado de forma
satisfactoria. Al respecto sabemos que Juana Gómez de Santacruz
había casado con Juan Herráiz, fruto de cuyo matrimonio nacerá el
fraile Juan Herráiz de Santacruz. Durante
la misma época
Bartolomé de Santacruz ejecutaría
idéntica operación
con
Violante de Mejía, mientras que Gerónima de Urrea Soto(mayor) y
Santacruz
lo
hará con
el Maestre Juan. Su hermana Isabel de Sotomayor sería la
última en celebrar esponsales (en
el año
1574)
con el bien posicionado Juan Bermejo.
Procesión
de la Cruz Verde.
Grabado holandés del siglo
XVII
Por
otro lado
en el expediente 5506 del fondo de Inquisición, podemos leer que
Gerónima de Santacruz era la esposa del Bachiller Jara (personaje
reseñable, pues ejercía
como gobernador de la villa).
De
nuevo,
en el proceso nº5119,
otra
vez se
señalaba
a
este clan,
añadiendo que uno
de los suyos
vacilaba sobre
las posibilidades que su
familia tenía para
sobornar al Santo Oficio. No olvidemos que el yerno de Pedro Herráiz
de Santacruz ostentaba
precisamente el cargo de familiar,
por la “buena negociación y favor” que le debían, según la
declaración reflejada
en este legajo.
Como guinda del pastel veremos
que
se pondrá el acento en que
un abuelo o bisabuelo de su familia fue pasto de las llamas,
precisamente
por la misma acusación con
la que estaban
siendo perseguidos
muchos de sus
integrantes.
No
cabía duda de que a esas alturas, en poco menos de un siglo la
casa de los Santacruz
había conseguido coleccionar una serie de tachas que explicarán
como muchos descendientes teniendo la posibilidad de portar el
apellido, optarán por
alternarlo con otros menos “chirriosos”. El
acercamiento a los Ruiz de Alarcón, junto
con
el papel que ejercerán como escribanos en beneficio de
sus señores,
pudieron ser credenciales más que suficientes, gracias a las que
harían frente a las problemáticas que se les irían planteando con
el paso del tiempo, pues
con aquel currículum y un apellido tan poco
discreto,
era casi imposible llevar
una vida como la que tuvieron, de no haber contado con la ayuda de
contactos capaces de proteger sus intereses.
David Gómez de Mora
Bibliografía:
*
Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 358, nº 5102 de la Inquisición
de Cuenca
*
Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 361, nº 5119 de la Inquisición
de Cuenca
*
Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 387, nº 5506 de la Inquisición
de Cuenca