Los
Cano fueron
una familia muy extendida por diversos enclaves de lo
que hoy se conoce como la Manchuela,
siendo
en algunas ocasiones uno de los linajes más representativos del
lugar, buen ejemplo lo tenemos en Santa María del Campo Rus, como
en otros puntos de
su área circundante.
En
el caso de Piqueras, la línea principal nos conduce hasta el siglo
XVI, fruto del matrimonio entre Juan Cano y María Gil, de donde
nacerá su hijo Juan Cano y que en 1603 casará con María López
(“la
del
alguacil”). Poco después su hija Ana, y
que
llevará su
apellido paterno,
celebrará nupcias con Juan López y López, éste
procedente
de otra línea de labradores que vivían en el municipio. De esta
forma en 1642 se selló una unión, desde la que veremos como el
apellido se extiende de forma reiterada entre muchos vecinos de la
localidad.
Recordemos
que los Cano enlazaron con la casa de los Gil, y que a su vez estaba
emparentada con la familia Ruiz de Alarcón por la línea bastarda
del hijo de los Señores del lugar. Sabemos que Juan Cano y Martín
Cano fueron hijos
de María Gil. Éstos
dejarían
una notable descendencia que entroncará con las familias mejor
asentadas del municipio, es el caso de los López, Herráiz o Reyllo,
entre otras.
Obra
de Eugène Verboeckhoven
La
familia Cano, como todos aquellos
linajes que se encontraban bien posicionados, poseía un vínculo
propiedad de Quiteria Cano Gil. Sabemos que más adelante el labrador
Manuel López y López tenía bajo su control 45 almudes (básicamente
centrados en trigo), gracias a la fusión de tres pequeñas
fundaciones reclamadas, entre las que se hallaba la de los Cano
además de la procedente de los Fernández de Peralta. Los
Cano también tuvieron el control de algunas alcaldías y regidurías,
hecho que haría prevalecer la importancia de su apellido durante
momentos concretos de la historia del lugar. Sin ir más lejos, el
rico labrador bonachero Fernando Saiz Moreno celebró sus nupcias en
1597 con la piquereña Quiteria Cano.
Hasta
la fecha el origen de esta familia es incierto, aunque si nos basamos
en las referencias registradas en el primer volumen de bautismos de
la localidad (y
que arranca a finales de los años cincuenta del siglo XVI),
observaremos que las únicas líneas son las procedentes de un Pedro
Cano, y que tendrá varios hijos (Elvira Martínez y Pedro Cano), así
como los descendientes de Juan Cano y María Gil, quienes bautizarán
en 1563 a María, Ana en 1566 y Martín en 1571.
David
Gómez de Mora
Bibliografía:
-Archivo
Diocesano de Cuenca, libro I de bautismos de Piqueras del Castillo.
Sig. P-2583
-Archivo
Diocesano de Cuenca, libro I de matrimonio de Piqueras del Castillo.
Sig. P-2597