martes, 16 de junio de 2020

Los Martínez-Herráiz de Buenache de Alarcón


Una de las familias de la baja nobleza bonachera sobre la que casi nada se ha escrito es la estirpe de labradores conformada por la casa de los Martínez-Herráiz, un linaje autóctono que dio alcaldes y mayordomos en las principales cofradías de la localidad. El origen del apellido se remonta a la primera mitad del siglo XVII, cuando Miguel Herráiz-Martínez (hijo de Miguel Herráiz y Ana Martínez), casó en 1623 con María Moreno Hortelano, hija ésta de otra familia de labradores con recursos, sobre los que ya hemos tratado en más de una ocasión varios artículos. Como otras tantas casas del municipio, la referencia sobre su hidalguía se produce de manera fortuita con motivo de la entrada de uno de sus descendientes en la Orden de Carlos III (don Antonio Saiz de Zafra), quien a través de su información genealógica recalca como los Martínez-Herráiz eran una familia del estado noble.


Genealogía de don Martín Saiz de Zafra y Martínez-Herráiz (Archivo Histórico Nacional)

La relación de don Antonio con esta estirpe proviene por Alonso Martínez-Herráiz, quien casó en 1662 con María de la Fuente y Ramírez de Toro. Su hijo don Alonso Martínez-Herráiz, tildado de caballero hidalgo, enlazaría con Magdalena de Olivares. Se dice que el referido Alonso aparece en los padrones municipales como noble, siendo durante el año 1743 alcalde por dicho estado. Fruto de su matrimonio nacería doña Catalina Martínez de Olivares, mujer de don Alonso Saiz de Zafra, cuyo nieto conseguirá ingresar en la referida corporación.

Los miembros adscritos a este tipo de nobleza, hemos de entenderlos como integrantes de una élite local, dedicados durante buena parte de su vida a los quehaceres propios de cualquier campesino, donde a pesar de pechar y pagar sus impuestos, en momentos determinados, debido a los méritos o actos positivos alcanzados por algunos de sus descendientes con el trascurso de las generaciones, irían consolidando una solera que se manifestaba en la consecución de cargos como concejalías o alcaldías, que junto con otros de carácter simbólico, a pesar de no ir más allá del ámbito municipal, desglosados y compilados en informes como el señalado, eran pruebas más que suficientes para argumentar un estatus, que acababa insertándolos dentro de aquel sector, al margen de sus pocas ganas o posibilidades de medrar más allá del pueblo en el que habían estado residiendo durante siglos y siglos. Recordemos que en Buenache de Alarcón diferentes familias denunciarán como en este lugar no se reconocía en multitud de ocasiones la hidalguía a muchos de los linajes que reclamaban una exención de pagos. Cuestión que esperamos tratar a fondo en un futuro artículo.

David Gómez de Mora


Bibliografía:

* Apuntes de la genealogía familiar Gómez de Mora y Jarabo. Inédito

* Archivo Histórico Nacional, 1827. Expediente de la Orden de Carlos III, nº1936. Sáinz de Zafra y Martínez del Castillo Martínez Olivares y del Castillo, Antonio.

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).