martes, 16 de marzo de 2021

Breves apuntes sobre los Redondo de Villarejo de la Peñuela

Durante el siglo XVII una de las familias que se había proyectado dentro de Villarejo de la Peñuela era la casa de los Redondo. Una estirpe de labradores con ciertos recursos, que sin perder de vista las costumbres de la época, consiguió mejorar la posición y nombre del linaje, especialmente cuando algunos de los suyos conseguirían insertarse dentro del brazo eclesiástico.

De forma satisfactoria así lo lograría don Francisco Redondo, quien ejercerá como presbítero en la misma ciudad de Cuenca. Por aquel entonces la familia ya había establecido alguno de sus integrantes en la capital. Tanto es así que Juan Redondo (hermano del referido Francisco), se encargaría de redactar su testamento allí mismo ante el escribano Juan González, además de recibir los Santos Sacramentos de la Penitencia, Eucaristía y Extrema Unción por el Teniente Cura de la Parroquial de la Santa Cruz de Cuenca.

Juan solicitó un total de 123 misas por la salvación de su alma y demás. El hecho de tener entre los suyos a un religioso siempre fue bien visto en una sociedad rural donde existía una gran predilección por la vida tradicional y el catolicismo, pues aquello les suponía disponer de un rezo continuo por la memoria de sus seres queridos, ya que esto aceleraba el tránsito de su alma en el purgatorio.

Villarejo de la Peñuela. Imagen: wikipedia.org

Sabemos que Juan mandaría ser enterrado en la sepultura que tenía en Villarejo de la Peñuela. Y es que al fin y al cabo, allí era donde descansaban sus raíces, cosa que no quitaría que para el ritual interviniese un religioso y compañero de su hermano afincado en la ciudad de Cuenca, hecho nada casual, puesto que realzaba más si cabe la ceremonia de despedida del difunto.

No hemos de olvidar que todos estos rituales y protocolos guardaban un enorme peso desde el punto de social, donde la preocupación por demostrar a la gente del lugar que papel desempeñaba y posición ocupaba cada familia se calibraba al milímetro, incluso llegada la muerte.

El vínculo del apellido Redondo en Villarejo con la devoción cristiana era más estrecho de lo que nos podemos imaginar, pues sabemos que en 1570 falleció en la localidad la que era conocida popularmente como la Beata María Redondo, ésta hija de María Grueso, otro linaje villarejeño de la época sobre el que en un futuro iremos desentrañando más datos.

David Gómez de Mora

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).