jueves, 18 de marzo de 2021

Las relaciones ganaderas entre la Sierra de Albarracín y la tierra de Huete

La conexión ganadera que había entre la Sierra de Albarracín y las tierras de la Alcarria Conquense era más estrecha de lo que nos podemos imaginar. Un oficio primitivo, caracterizado por esa mezcla sonora de cencerros y silbidos de pastores entre paisajes de montaña, propensos para el desarrollo de unas actividades que poco o casi nada habían cambiado desde tiempos remotos.

Durante el medievo la mesta será una de las agrupaciones gremiales más importantes que veremos en este territorio. Por desgracia con el trascurso de los siglos iría mermando, sobreviviendo hasta que en el siglo XIX la Reina María Cristina acabaría disolviendo lo que se conocía como el Congreso de la Mesta, punto de inflexión, y que sin lugar a dudas supondrá una decaída paulatina de esta actividad.

La vida de los ganaderos y pastores se desarrollaba sobre una rutina ruda pero llena de emociones. Demasiado tiempo fuera de casa, apartados del núcleo familiar, sacrificándose constantemente para garantizar cierta calidad de vida a su hogar. Una actividad mecánica, que se heredaba de padres a hijos si partimos de que desde bien pequeños los zagales se implicaban de lleno con el oficio.

Sin lugar a dudas un trabajo complicado donde los hubiese, pues quienes por su naturaleza eran gente sociable, lo pasaban bastante mal como consecuencia de la soledad que invadía unas travesías interminables, todo ello sin olvidar el temor a ser sorprendido por repentinas tormentas, en las que casi siempre se buscaba la clemencia del Altísimo. Algo lógico en la base social de un pueblo cuya existencia se había forjado sobre los cimientos de unos valores católicos y tradicionalistas.

Tampoco hay que olvidar los ataques de lobos y otras alimañas, especialmente cuando caía la noche, uno de los grandes quebraderos de cabeza en los que se había de lidiar cooperativamente entre los pastores y sus perros, fieles acompañantes que siempre lo daban todo con tal de reforzar las medidas de protección del ganado.

Rebaño en Moscardón (Teruel)

La cañada conquense tenía su cabecera en la zona de la Sierra de Albarracín, conectando abajo con la que descendía desde Molina. Existía el ramal de Beteta que en lugar de seguir el trayecto tradicional en busca de Cuenca, partía en dirección a la Alcarria hacia las tierras de Huete. Una vía de conexión ganadera que durante la segunda mitad del siglo XVIII, así como la primera del XIX, dará lugar a la celebración de diferentes alianzas matrimoniales entre familias dedicadas al gremio.

Conocemos algunos casos por datos genealógicos, como sucederá con el sacedero Manuel García, quien casaría con la vecina de Moscardón Felipa Gil. Aunque si había un municipio donde fue más habitual este tipo de pactos conyugales, ese será sin lugar a dudas el enclave de Orihuela del Tremedal. De aquí emanará la rama de los Jiménez que luego acabarán dejando su descendencia en Caracenilla o los Prelado-Milla afincados en Castillejo del Romeral. Localidad que por cierto tiraba de tradición ganadera. Así lo veremos en algunas de sus familias como sucederá cuando Juan de la Puerta y su esposa Ana Saiz a finales del siglo XVII poseían más 300 cabezas de ganado (256 de ovejas y 82 becerros) aprovechadas para la extracción de lana.

En el caso de La Ventosa, y cuya red de comunicaciones conectaba con el ramal trashumante que descendía desde Beteta, Guillermo Fernández (2020) nos informa de que el apeo, deslinde y renovación de mojones del término llamado “La Bacariza” ya está plasmado en documentación del siglo XVIII. Paraje actualmente denominado como “Vacariza” y que se encuentra en el camino que hay entre La Ventosa y Castillejo del Romeral, sobre una altitud cercana a los 1000 metros.

David Gómez de Mora

Referencias:

*Archivo Municipal de Huete. Libro de protocolos notariales, nº 197. Año 1698.

*Fernández Rabadán, Guillermo (2020). “Apeo, deslinde y renovación de mojones del termino -La Bacariza-. Año 1751”. En: rolloventosa.blogspot.com

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).