La familia de los Peña tuvo
especial influencia entre las élites de este municipio durante todo el siglo
XVII y parte el XVIII, puesto que algunos de sus integrantes estuvieron
estrechamente vinculados dentro del clero o directamente en las filas Santo
Oficio. Por ahora son muchos los datos que nos quedan por publicar sobre esta
casa que en algunos lugares de la comarca consiguió su reconocimiento dentro de
la nobleza local, a pesar de que todo nos hace pensar en su adscripción a una
de las muchas estirpes conversas que habían asentadas en la localidad de
Alcocer, y de donde su hidalguía les hacía descender.
Siguiendo nuestros apuntes
genealógicos, observamos que el origen de este linaje en Villarejo arranca con
Bartolomé de la Peña, vecino fallecido en 1588 con pago de 130 misas. Éste casó
con María del Río, fruto de cuyo enlace nacerán vario hijos, entre los que
estará Bartolomé de la Peña, marido de María López; Miguel de la Peña, quien
sería alcalde mayor y casó en 1598 con su esposa Catalina López, así como
Francisco de la Peña, y que lo haría con Isabel Sánchez. Esta generación
demostrará sus líneas parentales con la casa de los Saiz y López, quienes como
ya hemos mencionado en anteriores artículos serán una familia influyente en el
lugar. La descendencia del alcalde es sin lugar a dudas la línea que más nos interesa,
ya que desde ella nacerán las principales personalidades que portarán este
apellido.
Villarejo
de la Peñuela. Imagen del autor
Por un lado cabe destacar al
licenciado Miguel de la Peña López, quien fue cura de Villarejo, y falleció en
1682 con un pago de 1250 misas. Su hermana Isabel casó con Juan Rubio de
Alcázar. Éste llegó a ser Regidor Perpetuo de Huete y familiar del Santo Oficio
en la ciudad de Cuenca. Fruto de su matrimonio nacería su vástago el Licenciado
Gerónimo Rubio de la Peña, cura de la Iglesia de San Nicolás de Almazán de
Huete, además de Comisario del Santo Oficio, y que tras morir en 1707 efectuó
una manda de 2200 misas.
Con estos datos no tenemos miedo
en catalogar a sus representantes como unos de los más importantes que
existieron entre el vecindario de la localidad. Siguiendo nuestros apuntes
genealógicos podemos reproducir parte de la descendencia que dejó el referido
Juan Rubio, y que a través de su posición privilegiada desde el Santo Oficio y
su plaza de Regidor, consiguió ensalzar el nombre de los Peña, tal y como
veremos con su hija Justa, quien casará con el rico propietario optense Alonso
Cavero (también Regidor Perpetuo de Huete y familiar del Santo Oficio), sin
olvidar las relaciones que sus hijos Miguel y Alonso verán en la
casa de los Alcázar. Este tipo de estrategias servían para retroalimentar los
nexos de poder entre unas familias de la burguesía optense que estaban a un
paso de su reconocimiento como miembros del estado noble, pues sabido es que aquellas
estrategias sociales lo que buscaban era potenciar el estatus de un linaje que
súbitamente podía obtener una nobleza.
A lo largo del siglo XVII en
Huete los Alcázar, Rubio, Peña y Cavero, eran algunas de las familias más
destacadas que había dentro de esta ciudad. Sus saltos desde pequeños enclaves
como La Peraleja, Caracenilla y Villarejo, a la búsqueda de una mejora, que en
muchos casos se tradujo con puestos importantes en la Iglesia conquense, será
una credencial que sumaba méritos en su intento por cambiar su reconocimiento
de pecheros a hidalgos.
David
Gómez de Mora
Bibliografía:
* Archivo Diocesano de Cuenca.
Libro I de matrimonios de Villarejo de la Peñuela (1626-1764), Sig. 113/10, P.
2121
* Archivo Diocesano de Cuenca.
Libro I de defunciones de Villarejo de la Peñuela (1557-1578), Sig. 113/13, P.
2124
* Archivo Diocesano de Cuenca.
Libro II de defunciones de Villarejo de la Peñuela (1578-1595), Sig. 113/14, P.
2125
* Archivo Diocesano de Cuenca.
Libro III de defunciones de Villarejo de la Peñuela (1623-1764), Sig. 113/15,
P. 2126