Uno de los apellidos asociados
con un conocido paraje que hay saliendo de Huete en dirección a Caracenilla, es
el de las fincas de la Calzadilla. Una extensión de tierras, que siguiendo las
referencias de Manuel de Parada en su bibliografía optense, aparece citado
entre la documentación notarial del siglo XIX, cuando una de las familias más
ricas de esta localidad (los Cuenca), se hicieron con su dominio tras su salida
a subasta con motivo de las ventas patrimoniales que acarreó la
desamortización.
De acorde a las referencias que nos proporciona el citado autor, el propietario que se hizo con sus dominios fue el alcalde optense don Anselmo de Cuenca (una operación que gestó entre los años 1839 y 1849). Don Anselmo era hijo de don José Andrés de Cuenca, y nieto de don Anselmo de Cuenca Alique, una familia bien posicionada de escribanos y abogados, que integraba el corpus de la nobleza de la ciudad, que como bien sabemos estuvo estrechamente vinculada con el carlismo, pudiendo considerarla como una de las principales cabezas visibles de este movimiento en la localidad.
Ahora bien, a la pregunta de dónde deriva la etimología del conjunto de propiedades, y que todavía aparecen designadas en las referencias cartográficas con este topónimo, hemos de señalar claramente a una de las familias que se asentaron en este lugar hace muchos siglos atrás. Los Calzadilla eran un linaje de la nobleza municipal, que comenzó a despuntar y que siguiendo las partidas parroquiales del archivo eclesiástico, veremos cómo entablaron vínculos matrimoniales con personas de nombre como los Rodríguez de la Encina, una familia de plateros conversa que también conseguiría obtener su correspondiente privilegio de nobleza.
Los Calzadilla, como hidalgos y propietarios agrícolas que eran, controlarían parte de una extensión patrimonial que quedaba a las afueras de Huete, en lo que hoy es el paraje donde se encuentra la que para nosotros es la mejor bodega de vinos que existe en toda la provincia de Cuenca: Pago Calzadilla. Sobre esa extensión, hoy propiedad de la familia Uribes Madero, es donde se fosilizaría este topónimo de pertenencia.
De acorde a las referencias que nos proporciona el citado autor, el propietario que se hizo con sus dominios fue el alcalde optense don Anselmo de Cuenca (una operación que gestó entre los años 1839 y 1849). Don Anselmo era hijo de don José Andrés de Cuenca, y nieto de don Anselmo de Cuenca Alique, una familia bien posicionada de escribanos y abogados, que integraba el corpus de la nobleza de la ciudad, que como bien sabemos estuvo estrechamente vinculada con el carlismo, pudiendo considerarla como una de las principales cabezas visibles de este movimiento en la localidad.
Ahora bien, a la pregunta de dónde deriva la etimología del conjunto de propiedades, y que todavía aparecen designadas en las referencias cartográficas con este topónimo, hemos de señalar claramente a una de las familias que se asentaron en este lugar hace muchos siglos atrás. Los Calzadilla eran un linaje de la nobleza municipal, que comenzó a despuntar y que siguiendo las partidas parroquiales del archivo eclesiástico, veremos cómo entablaron vínculos matrimoniales con personas de nombre como los Rodríguez de la Encina, una familia de plateros conversa que también conseguiría obtener su correspondiente privilegio de nobleza.
Los Calzadilla, como hidalgos y propietarios agrícolas que eran, controlarían parte de una extensión patrimonial que quedaba a las afueras de Huete, en lo que hoy es el paraje donde se encuentra la que para nosotros es la mejor bodega de vinos que existe en toda la provincia de Cuenca: Pago Calzadilla. Sobre esa extensión, hoy propiedad de la familia Uribes Madero, es donde se fosilizaría este topónimo de pertenencia.
Fincas
de la Calzadilla y bodega Uribes Madero (pagocalzadilla.com)
Por lo que concibe a la génesis
de este apellido, son muchas las dudas que se nos plantean. No obstante, el
hecho de que sus políticas matrimoniales giren en torno a familias con un claro
pasado converso, así como adscritas al grupo de la nobleza optense, y que como
bien sabemos, arrastraban un pasado judío, hacen que no descartemos como
hipótesis preliminar que los Calzadilla fuesen otra de las muchas casas vinculadas
con el judaísmo, y que tanto proliferaron en este municipio desde los tiempos
de la Edad Media.
Como curiosidad decir que en la
parroquia de San Esteban hemos encontrado referencias de personas portadoras
del apellido “de la Calzada”, siendo parientes de los mismos que estamos
estudiando en el presente artículo. No hemos de olvidar que por aquellas fechas
era habitual que los apellidos sufrieran leves modificaciones que podrían conducirnos
a confusiones, y que muchas veces sólo desde la perspectiva genealógica son
posibles de desentrañar.
Apoyándonos en Manuel de Parada a
través de su bibliografía optense y el estudio de Huete en la guerra contra
Francia, percibimos datos de notable interés alusivos a la genealogía de este
linaje, que hacen plantear la posibilidad de que Bartolomé Sánchez de la
Calzadilla, marido de Ana de la Fuente, pudiese haber sido hijo de Juan de la
Calzadilla y Juana Rubio. Será precisamente un hijo de éstos últimos (Juan de
la Calzadilla Rubio), quien celebrará sus nupcias en la parroquia de Santa
María de Atienza en 1596 con Isabel de Ávila.
Tampoco deberíamos pasar por alto
al Bachiller Cristóbal Sánchez de la Calzadilla, hijo de Juan Sánchez de la
Calzadilla y María López Revillo (familia la de María que como veremos estaba presente
en la parroquia de Santa María de Atienza). Los abuelos de Cristóbal eran Juan
Sánchez de la Calzadilla y Quiteria la Serrano (Parada, 2004, 687), otra casa
de labradores con recursos, y que representarían uno de los matrimonios más
antiguos que conocemos sobre este clan. No olvidemos que gente como los
Cabildo, Revillo/Rivillo y Serrano estarán estrechamente asociadas con este
barrio de la parte alta del municipio.
Igualmente, hemos de recordar que
la familia de los Calzadilla comenzará a proyectarse con fuerza a partir del
siglo XVII, en este sentido Manuel de Parada añade que Juan Gutiérrez de la
Calzadilla llegó a ser familiar del Santo Oficio, estando casado con doña María
Pulpillo. Al respecto, el citado autor cree que Juan pudo ser hijo de Juan
Gutiérrez de la Calzadilla y Ana del Cabildo, lo que de ser así lo vincularía
con la línea de Agustín Gutiérrez de la Calzadilla, quien si tenemos claro que
era vástago de ambos, y casó con una optense que por su apellido también habría
de ser pariente: María de la Calzadilla, hija de Juan de la Calzadilla y Ana
Revillo (2004, 688). De esta alianza nacerá Juan Gutiérrez de la Calzadilla y
de la Calzadilla, marido de doña María de Arteaga, quienes tuvieron por hijo a
don Juan Gutiérrez de la Calzadilla, uno de los personajes más destacados de la
familia puesto que llegaría a ser almirante, caballero de Santiago, así como general
de la flota y capitán de la marina. Poco después, la falta de una descendencia
por línea recta de varón, hará que el apellido comenzara a desaparecer, no
obstante, veremos todavía como otros parientes seguirán portándolo, además de
reforzar las políticas conyugales que ya practicaban sus ancestros. Así
sucederá con los Rivillo, pues en el año 1642, Mateo Rivillo (hijo de Mateo
Rivillo y María García), celebrará sus nupcias con María de la Calzadilla (ésta
hija de Cristóbal de la Calzadilla y Catalina de Alcázar).
Valgan pues estas breves notas
como un conjunto de referencias genealógicas que nos ayuden a entender parte de
la historia de una familia, que a pesar de no dejar una notable descendencia
con su apellido, si consiguió que acabara grabándose con el paso de los siglos
entre la toponimia rural de las tierras de Huete.
David
Gómez de Mora
Bibliografía:
* Archivo
Eclesiástico de Huete. Libro I de matrimonios de Santa María de Atienza. Años
1586-1650* Parada (de) y Lucas de Tena, Manuel. Bibliografía sobre la Noble y Leal Ciudad de Huete. Ayuntamiento de Huete
* Parada (de) y Luca de Tena, Manuel (2004). Huete y la guerra contra Francia. Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. 8, 2. Año 2004