Siguiendo con las piezas pictóricas
de temáticas votivas que hemos apreciado en algunas de las familias con recursos
de la sociedad rural conquense, merece un breve artículo el caso del cuadro de
una niña llamada Josefa Juliana Herrera Salonarde. Como bien sabrán algunos de
los estudiosos de esta provincia, ya hemos dedicado varios escritos a la
historia de este linaje y que tiene sus raíces en la localidad de Buenache de
Alarcón, cuando una familia de ganaderos que también trabajaba sus tierras, comenzó
a despuntar mediante una serie de políticas endogámicas, que aglutinaron y
mejoraron la consolidación de su patrimonio, hasta llegar con el trascurso del
tiempo a estar entre una de las casas mejor posicionadas que han habido en la
ciudad de Cuenca.
Como todo linaje con posibles, y
dentro de esa corriente del siglo XVIII entre las familias bien asentadas, en
lo que se refiere a las costumbres y creencias de la época, los Salonarde
mandaron realizar un cuadro exvoto, con fecha del año 1730, y que actualmente
se encuentra en el convento de la Concepcionistas de Almería. Se trata de un
lienzo en el que podemos ver una cartela de forma oval, en la que se describen
el nombre y apellido de la persona ilustrada, explicándose el motivo que llevó
a la familia a la realización de tal ofrenda.
El texto de la leyenda es el siguiente:
“Doña
Josefa Juliana Herrera Salonarde. Hija de Don Fernando de Herrera -Regidor
Perpetuo del Santo Oficio de la Inquisición de la ciudad de Cuenca- y de Doña
Josefa Salonarde siendo de cuatro años y medio padeció un tabardillo y estuvo
muy de peligro y la ofrecieron a Nuestra Señora del Rosal de Priego por cuya
intercesión sanó. Año de 1730” (Abad y Moraleja, 2005, 104).
Esta niña llegaría a ser uno de
los personajes más significativos de la familia cuando alcanzó la edad adulta.
Recordemos que sus abuelos maternos eran Benito Salonarde y Catalina Salonarde,
primos y vecinos de Buenache de Alarcón. Su nombre completo era el de Ana
Josefa Juliana, y celebró sus nupcias con el noble don Antonio Clemente de
Aróstegui y Salonarde, de quien también era primo, puesto que la suegra de
Josefa (Quiteria Antonia Salonarde y Salonarde), era tía por ser hermana de su
madre.
Cuadro
exvoto de doña Josefa Juliana Herrera Salonarde (Abad y Moraleja, 2005, 103)
Josefa Juliana se acabaría convirtiendo en la heredera
del patrimonio familiar, al recaerle por el costado de su tía, y cuyo hijo era a
la vez su esposo y primo hermano. Sabemos que María Luz Vicente (2000, 1113), se
encargaría de llevar toda la dirección de la explotación que le fue encomendada.
Al respecto, la autora nos confirma que la relación que albergaban los
Salonarde con la industria animal era una forma más de acumular ganancias,
puesto que doña Quiteria prestó dinero, compró tierras e invirtió en diferentes
bienes, además de la ya famosa gestión ganadera que desempeñaba. Tanto es así
que la propiedad que tenían en Molinos de Papel complementaba un negocio con la
casa esquiladero-lavadero que poseía para el ganado.
Ana
Josefa siguió con el mismo espíritu emprendedor del linaje, y consiguió hacerse
con otras muchas propiedades, además de cabezas de animales que ya le venían
por herencia de su madre. Recordemos que ésta pasó a convertirse en una de las grandes
controladoras de ganado merino de la ciudad de Cuenca. En esta línea María Luz
Vicente, refleja con cifras ese poder, cuando nos comenta que el grado de
acumulación de riqueza fue tal, que la producción se repartía entre pocos
ganaderos, puesto “que el 66’49% de todo
el lanar, incluido el churro, pertenecía sólo a tres ganaderos de cabañas merinas.
El de Francisco de Borja, el de Quiteria Salonarde y el de Julián Cerdán”
(2000, 823). Parece ser que la lana de los Salonarde presumiblemente se llevaba
en los años ochenta del siglo XVIII hasta Italia (Vicente, 2000, 1358).
David Gómez de Mora
Bibliografía:
* Abad González, Luisa y
Moraleja, Francisco J., (2005). “La colección de amuletos del Museo Diocesano
de Cuenca”. Universidad de Castilla-La Mancha, 165 pp.
*
Gómez de Mora, David (2017). “Los Salonarde. Un linaje de la nobleza conquense
vinculado con la trashumancia”. En: davidgomezdemora.blogspot.com
*
Vicente Legazpi, María Luz (2000). “La ganadería en la provincia de Cuenca en
el siglo XVIII”. Universidad de Castilla-La Mancha, 1455 pp.