jueves, 23 de julio de 2020

El cuadro exvoto de las Salonarde

Siguiendo con las piezas pictóricas de temáticas votivas que hemos apreciado en algunas de las familias con recursos de la sociedad rural conquense, merece un breve artículo el caso del cuadro de una niña llamada Josefa Juliana Herrera Salonarde. Como bien sabrán algunos de los estudiosos de esta provincia, ya hemos dedicado varios escritos a la historia de este linaje y que tiene sus raíces en la localidad de Buenache de Alarcón, cuando una familia de ganaderos que también trabajaba sus tierras, comenzó a despuntar mediante una serie de políticas endogámicas, que aglutinaron y mejoraron la consolidación de su patrimonio, hasta llegar con el trascurso del tiempo a estar entre una de las casas mejor posicionadas que han habido en la ciudad de Cuenca.

Como todo linaje con posibles, y dentro de esa corriente del siglo XVIII entre las familias bien asentadas, en lo que se refiere a las costumbres y creencias de la época, los Salonarde mandaron realizar un cuadro exvoto, con fecha del año 1730, y que actualmente se encuentra en el convento de la Concepcionistas de Almería. Se trata de un lienzo en el que podemos ver una cartela de forma oval, en la que se describen el nombre y apellido de la persona ilustrada, explicándose el motivo que llevó a la familia a la realización de tal ofrenda.

El texto de la leyenda es el siguiente:

“Doña Josefa Juliana Herrera Salonarde. Hija de Don Fernando de Herrera -Regidor Perpetuo del Santo Oficio de la Inquisición de la ciudad de Cuenca- y de Doña Josefa Salonarde siendo de cuatro años y medio padeció un tabardillo y estuvo muy de peligro y la ofrecieron a Nuestra Señora del Rosal de Priego por cuya intercesión sanó. Año de 1730” (Abad y Moraleja, 2005, 104).

Esta niña llegaría a ser uno de los personajes más significativos de la familia cuando alcanzó la edad adulta. Recordemos que sus abuelos maternos eran Benito Salonarde y Catalina Salonarde, primos y vecinos de Buenache de Alarcón. Su nombre completo era el de Ana Josefa Juliana, y celebró sus nupcias con el noble don Antonio Clemente de Aróstegui y Salonarde, de quien también era primo, puesto que la suegra de Josefa (Quiteria Antonia Salonarde y Salonarde), era tía por ser hermana de su madre.

Cuadro exvoto de doña Josefa Juliana Herrera Salonarde (Abad y Moraleja, 2005, 103)

Josefa Juliana se acabaría convirtiendo en la heredera del patrimonio familiar, al recaerle por el costado de su tía, y cuyo hijo era a la vez su esposo y primo hermano. Sabemos que María Luz Vicente (2000, 1113), se encargaría de llevar toda la dirección de la explotación que le fue encomendada. Al respecto, la autora nos confirma que la relación que albergaban los Salonarde con la industria animal era una forma más de acumular ganancias, puesto que doña Quiteria prestó dinero, compró tierras e invirtió en diferentes bienes, además de la ya famosa gestión ganadera que desempeñaba. Tanto es así que la propiedad que tenían en Molinos de Papel complementaba un negocio con la casa esquiladero-lavadero que poseía para el ganado.
Ana Josefa siguió con el mismo espíritu emprendedor del linaje, y consiguió hacerse con otras muchas propiedades, además de cabezas de animales que ya le venían por herencia de su madre. Recordemos que ésta pasó a convertirse en una de las grandes controladoras de ganado merino de la ciudad de Cuenca. En esta línea María Luz Vicente, refleja con cifras ese poder, cuando nos comenta que el grado de acumulación de riqueza fue tal, que la producción se repartía entre pocos ganaderos, puesto “que el 66’49% de todo el lanar, incluido el churro, pertenecía sólo a tres ganaderos de cabañas merinas. El de Francisco de Borja, el de Quiteria Salonarde y el de Julián Cerdán” (2000, 823). Parece ser que la lana de los Salonarde presumiblemente se llevaba en los años ochenta del siglo XVIII hasta Italia (Vicente, 2000, 1358).

David Gómez de Mora

Bibliografía:
* Abad González, Luisa y Moraleja, Francisco J., (2005). “La colección de amuletos del Museo Diocesano de Cuenca”. Universidad de Castilla-La Mancha, 165 pp.
* Gómez de Mora, David (2017). “Los Salonarde. Un linaje de la nobleza conquense vinculado con la trashumancia”. En: davidgomezdemora.blogspot.com
* Vicente Legazpi, María Luz (2000). “La ganadería en la provincia de Cuenca en el siglo XVIII”. Universidad de Castilla-La Mancha, 1455 pp.

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).