lunes, 29 de mayo de 2023

Santa Ana y Peñíscola. La Santa protectora de las embarazadas y de las madres

En la religión católica veremos diversas advocaciones que estarán relacionadas con la fecundidad y la garantía de que la mujer pudiese tener un parto seguro que no pusiera en riesgo su vida, como la de los futuros hijos que podían dar a luz.

Al respecto, una de las figuras más extendidas de nuestra religión fue la de Santa Ana, quien también podía ser suplida por otra advocación como la Virgen de la Leche, de modo que tanto una como la otra, siempre han estado vinculadas con la preocupación por el desarrollo exitoso de un embarazo y posterior parto, así como también para garantizar la posibilidad de que una mujer llegara a conseguir quedarse embarazada. Y es que la importancia que antaño suponía el dejar un descendiente en la familia, era una cuestión crucial.

Recordemos que la tradición nos relata que Santa Ana era una mujer estéril, que luego acabaría siendo ni más ni menos que la madre de la Virgen María. Un hecho similar ocurre con la veneración a Santa Isabel, y que de la misma forma en un principio era estéril, para después acabar siendo la madre de San Juan Bautista.

No muy lejos de las tierras del norte de Castellón todavía presenciamos la importancia que adquiere la veneración a Nostra Senyora de la Cinta (más concretamente en la ciudad tarraconense de Tortosa). En este lugar, desde hace muchos siglos atrás, numerosas mujeres rodeaban sus vientres con una cinta en el momento en que estaban embarazadas (especialmente durante los últimos meses de gestación), pues siempre estuvo extendida la creencia de que esto ayudaría a protegerlas durante el momento del embarazo y posterior parto.

En este sentido, según la tradición, la noche del 24 al 25 de marzo de 1178, se dice que la Virgen se presentó a un sacerdote a quien le entregó una cinta que sería la que acabaría sirviendo para proteger a las mujeres embarazadas de aquella ciudad. Esto motivará una fuerte devoción, que se traducirá en el movimiento de un ingente número de personas procedentes incluso desde las tierras del norte de las tierras de Castellón.

Recordemos como todavía existe esa cinta, que venerada como una reliquia, la tradición enmarca su aparición durante la segunda mitad del siglo XII, y que la gente conoce con el nombre de la Santa Cinta, estando compuesta por una tela de seda blanca e hilo de plata, que se conserva en la Catedral de Santa María de Tortosa, y a la cual se le sigue guardando ese respeto y devoción que históricamente se ha transmitido entre los fieles.

En Peñíscola existe un espacio de veneración muy vinculado con aquellos lugares religiosos de esta clase, más concretamente se trata de una capilla de pequeñas dimensiones, dedicada a Santa Ana, y que podemos apreciar si nos dirijimos a la calle Saiz de Carlos, donde una reja permite apreciar el interior de este espacio religioso.

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Este punto se sitúa anexo a la misma muralla que protege la población. Al respecto, la tradición peñiscolana señala que era habitual celebrar misas, acudir a rezar oraciones, comprometerse con acciones, así como encender velas, que demostraran con fe y agradecimiento la gratitud de muchas mujeres del pueblo, por haber conseguido sacar adelante un parto sin que peligrara su vida ni de la de sus hijos, o poder haberse quedado embarazadas.

Recordemos como todavía en el siglo XIX los casos de “mortalidad materna” (concepto estadístico que se refiere a la muerte de una mujer durante el momento del embarazo, el parto o el posparto), eran muy elevados, de ahí la importancia en demostrar mediante la fe el encomendarse a esta Santa para que todo saliese de forma correcta, además de asegurarse una descendencia dentro del hogar.

David Gómez de Mora

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).