Investigando
los fondos del Archivo General de Indias uno puede encontrarse con
documentos de un enorme valor histórico, que le hacen
retrotraerse
varios
siglos atrás en el tiempo. Una información de enorme valor, útil
para reconstruir
la
vida en las localidades de origen de las que partían estos viajeros,
pues en los interrogatorios de
sus expedientes se
dan detalles sociales de cierta relevancia, además de reflejarse el
sistema de control que ya se aplicaba sobre unos pasajeros, de
quienes se intentaba investigar todo lo posible, pues era necesario
registrar cualquier dato que sirviera para garantizar y argumentar la
necesidad de que el interesado marchara hacia un lugar en el que se
valoraba
su presencia, en
este caso su destino era Perú. La
base de datos que hoy alberga la sección de contratación de este
archivo, es fundamental para entender la sistematización de una
institución que hace más de quinientos años fomentaba y
garantizaba la regulación del comercio y navegación hacia el Nuevo
Mundo.
Recordemos
que una vez lograda la cédula real, los viajeros habían de
conseguir un
permiso, de lo contrario no podían partir.
La minuciosidad del proceso de indagación del sujeto es
tremendamente rico, pues se llega incluso a realizar una descripción
física del sujeto.
El caso que en el presente artículo nos ocupa, corresponde a la
figura de Cristóbal Muñoz de la Torre, soltero, de 40 años de
edad, moreno, mediano de cuerpo y con una señal de herida en el dedo
gordo de la mano izquierda. Éste era oficial de carpintería y
natural de Saceda del Río, siendo hijo de Juan Muñoz de la Torre y
Maria González, así como nieto paterno de Juan Muñoz de la Torre y
Juana Fernández (vecinos de Olmedilla
de Eliz) y materno de Cristóbal González (este de Saceda del Río)
y Juana Fernández (también oriunda de Olmedilla de Eliz).
Como veremos su relación con Saceda le venía por su abuelo materno, motivo por el que tanto sus padres como él acabarán instalándose aquí. Al respecto en las informaciones genealógicas del interesado, vemos como su tío Sebastián González será uno de los declarantes que nos confirmará que sus abuelos y familiares no habían sido penitenciados por el Santo Oficio, por ser cristianos viejos limpios de sangre, además de no arrastrar conversión religiosa. Otro de los declarantes es su cuñado Miguel de Torrecilla, vecino de Saceda que intentará demostrar los actos positivos del candidato. Como veremos el interesado se apoyará en la ayuda de familiares que argumentarán a su favor, es el caso de Juan de Torrecilla -el viejo-.
Respecto a la historia de la familia Torrecilla hemos de decir que con anterioridad ya les hemos dedicado algún artículo, pues eran una de las casas principales que por aquellos tiempos había en la localidad. En el momento de expedirse la información, el escribano era Juan Fernández y Francisco Martínez el alcalde de la Santa Hermandad de Saceda (y que como podemos comprobar, tampoco portaba el distintivo de Unda en su apellido). Muchos de estos desplazamientos tenían como propósito mejorar y enriquecer el sistema de producción de aquellos países, el caso que nos ocupa era el de un oficial de carpintería, sin lugar a dudas imprescindible en una tierras que comenzaban a modificar su urbanismo, y en el que muchas de las construcciones necesitaban de expertos que dominaran y conocieran como se trabajaba la madera. Desconocemos por ahora si Cristóbal volvería a su lugar de origen pasados los años.
MAPA MVNDI DEL REINO DE LAS IN[DI]AS: VN REINO LLAMADO ANTI SVIO HACIA EL DERECHO DE LA MARR [sic] DE NORTE - OTRO REINO LLAMADO COLLA SVIO, SALE SO[L] - OTRO REINO LLAMADO CONDE SVIO HACIA LA MAR DE SVR, LLANOS - OTRO REINO LLAMADO CHINCHAI SVIO, PVNI[EN]TE SOL. Imagen: http://www5.kb.dk/
David Gómez de Mora
Bibliografía:
* Archivo General de Indias. CONTRATACION, 5307,N.1,R.10