lunes, 12 de mayo de 2014

Las plazas costeras de Vinaròs. ¿Resquicios de la Pequeña Edad de Hielo?


¿Son las plazas costeras que hay en la franja litoral del antiguo casco urbano de Vinaròs, un resquicio de los efectos de la Pequeña Edad de Hielo?

Planteado así el interrogante, nos puede costar un poco imaginar ciertos aspectos que podrían valernos para entender el porqué hay en Vinaròs unas cuantas plazas, casi literalmente abiertas hasta la zona de mar.

Hemos de partir de que estos puntos espaciosos de la trama urbana, en algunos casos vienen existiendo desde más de cuatro siglos atrás, por lo tanto, no son un capricho de la arquitectura actual, sino que un registro fósil de como ha ido creciendo nuestra población con el transcurso de los años.

La explicación a este fenómeno, podría deberse a que durante el periodo que comprendió la Pequeña Edad de Hielo (1.500-1.700), en nuestro municipio se dispararon una serie de variables climáticas sobre el medio físico, además de otras internas de ámbito antrópico, originadas por las sucesivas repercusiones que tuvo un avance continental sobre la línea costera del momento, ocasionado ello como resultado de un enfriamiento global, que vivió por aquellas fechas todo el continente Europeo. Así, la bajada térmica a nivel global registrada en todo el planeta, produjo el enfriamiento y consecuente congelación de las masas oceánicas, hecho que se tradujo en que la tierra ganara un área de terreno, que durante los siglos anteriores nunca tuvo. Es decir, el efecto inverso a lo que hoy millones de personas denominan “calentamiento global”.

Es cierto que esto no deja de ser una mera hipótesis geográfica, con un contenido ambiguo a la hora de entender la evolución del entorno sobre el que nos asentamos, aunque tampoco es un error, decir que es precisamente durante este intervalo de tiempo, cuando nuestro municipio crece hacia el espacio litoral. Algo que prueba físicamente la cartografía histórica de la población.

Así, durante el siglo XVI-XVII, vemos como cobra protagonismo la existencia de plazas sobre lo que antes fueron las desembocaduras de antiguos paleobarrancos:

1) En el caso de la plaza de San Antonio (y que popularmente conocemos como de la Alameda), transcurría un antiguo barranco que bordeaba el flanco meridional de Bynalaròs. Curiosamente, este punto de desagüe, se localizaba junto a este enclave abierto.

2) Respecto a la plaza de San Agustín (y que la gran mayoría de la gente llamamos con el nombre de “la del Mercado”, sucede lo mismo). Pues de acuerdo a las reconstrucciones paleogeográficas que otros autores han efectuado sobre este lugar, ésta como la plaza de San Telmo, eran un amplia desembocadura que ya recogía las aguas superiores de lo que hoy son el Camí Fondo y Camí Carrero. Una antigua vía pluvial, que todavía en momentos de precipitaciones torrenciales como las ocurridas en noviembre del pasado año, vuelve a cobrar vida.

3) Por lo que concibe a la plaza San Sebastían, vemos como su ubicación coincide precisamente con una antigua área albuferenca, en la que desembocaba el barranco de l'Estany, cuyo resquicio es la parte alta de la que hoy llamamos calle de San Pascual o popularmente como “calle del barranco”.

Dicho esto, uno ya puede imaginar que no sería un hecho casual que todo el casco antiguo de Vinaròs, tenga una plaza justo en el espacio donde se sabe que desembocaba un antiguo paleobarranco..., por ello, tal y como hemos dicho, la respuesta a ese interrogante estaría en esa franja de terreno que se gana al mar en cuestión de pocos años, como consecuencia de un brusco enfriamiento del medio.

Suponemos que este fenómeno, rápidamente fue aprovechado por los pobladores del momento, dejando así una serie de oberturas, en cuyos bordes se levantarían viviendas, que a su vez les permitirán defenderse mejor desde el interior de la muralla, ante las incursiones de los piratas berberiscos, y que por aquel entonces tenían atormentados a gran parte de los habitantes de las zonas costeras.

Para cerrar el artículo, hemos de ver que los tres puntos antes señalados, son lugares que precisamente no existen durante los siglos XIII-XIV, pero que a partir de las centurias del XVI-XVII (la Pequeña Edad de Hielo), comienzan a estar documentados.

1) Plaza de San Antonio: en el siglo XVI ya aparece citada por Borràs Jarque, quien la denomina como “dels Femers”.

2) Plaza de San Agustín - Plaza de San Telmo: en el siglo XVII vuelve de nuevo a aparecer con Borràs Jarque, quien las denomina “plaça de Sant Agustí” (actual plaza de San Agustín) i la “illeta de l'hospital” (actual plaza de San Telmo).

3) Plaza de San Sebastián: a principios del siglo XVII ya aparece documentada en un registro notarial la existencia de una zona de aguas estancadas (l'estany), que luego dará paso al área que hoy ocupa la plaza.

David Gómez de Mora
 


En color rojo, la línea de costa de Vinaròs alrededor del siglo XII, según J. A. Gómez Sanjuán. Poco antes de la fundación del Vinaròs cristiano en 1241. Google Earth (Elaboración propia).


Flechas amarillas: dirección del flujo de aguas pluviales; superficies rojas: actuales plazas costeras; en línea azul: trayecto de la franja de costa a comienzos de la Pequeña Edad de Hielo. Google Earth (Elaboración propia).



Superficies verdes: actuales plazas costeras (todas ya dentro del área continental) y en línea roja: la franja de costa a finales de la Pequeña Edad de Hielo. Google Earth (Elaboración propia).

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).