sábado, 7 de marzo de 2020

La heráldica de la Iglesia de Buenache de Alarcón


En la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol podemos apreciar diferentes emblemas heráldicos que hasta la fecha no han sido estudiados. Es por ello que presentamos a continuación un estudio preliminar, en el que analizamos con detalle algunos de los escudos que albergan las capillas como lápidas de este edificio religioso, gracias a los conocimientos sobre las familias del lugar que hemos ido recopilando con el paso de los años.

Sabemos que por norma general este tipo de representaciones iban asociadas a casas vinculadas con el estado noble, aunque ciertamente no siempre resultaba así, pues podían emplearse como un emblema familiar, que sólo sirviera para remarcar la pertenencia a un linaje concreto, sin necesidad de que se poseyera una ejecutoria de hidalguía u otro tipo de reconocimiento que tuviera origen regio.

A estas alturas, donde la investigación genealógica e histórica ha demostrado que la nobleza es una cuestión más compleja de lo que simplifican los tratados clásicos, en algunos pueblos donde no existía un control férreo en este tipo de asuntos, el empleo de un icono asociado a una casa o un conjunto de personas que compartía un mismo apellido, podía ser una prueba más que suficiente para sentar las bases de un estatus social, que luego derivaba en un reconocimiento nobiliario.

Y es que ya hemos comentado en más de una ocasión que la adscripción al estamento en el que se aglutinaban los hidalgos, en ocasiones no tenía porqué estar estrechamente relacionado con una carta de nobleza, pues sólo con que un escribano bien pagado compulsara un documento inventado en el que se redactaba un padrón, donde se citaba a un miembro de la familia como exento de cualquier pecho, era prueba más que suficiente para dejar abierta la puerta a una situación de cierta ambigüedad, que posteriormente reforzada con dinero, presiones y papeles falsos podía conducir al fin deseado.

Las imágenes que adjuntamos en este artículo han estado todas proporcionadas por Alicia Izquierdo, una investigadora amante de la tierra de su familia, que como ya ha venido demostrando, ha estudiado a fondo diferentes elementos de tipo religioso en esta localidad.

Centrándonos en la cuestión heráldica, vemos como las capillas de los Reyllo, Ximénez-Moreno y Ruiz de Alarcón adosan sus escudos en las respectivas zonas de enterramiento. Sobre los últimos conocemos suficientes datos acerca de su blasón, en cambio, respecto a los dos restantes, quisiéramos reseñar diferentes matices, que nos ayudan a entender el poder que abarcaron en cuestión de un período de tiempo no muy extenso.

La adquisición de una capilla tenía un gran calado social, ya que arrastraba un  simbolismo, que generaba una asociación con las gentes más importante del municipio, los Señores de Buenache (la familia Ruiz de Alarcón), quienes como era normal, por su condición señorial, también tenían la suya, dejaron de ser los únicos en ostentar este privilegio en el municipio.

Tras la entrada de don Diego de Reyllo como Prior de la Colegiata de Belmonte, se afianzará el nombre de su linaje, a través de la fundación de una capilla dedicada a la Inmaculada Concepción. Dicha obra significará que su estirpe poseerá un lugar de enterramiento propio, además de dos nuevas capellanías que iban adjuntas con cargo de 100 misas [1].

Heráldica de los Reyllo en la capilla de la Inmaculada Concepción de Buenache de Alarcón. Imagen de Alicia Izquierdo

Conocemos una referencia de interés donde se describen las armas de la familia, y que hallamos en la ejecutoria de don Diego Ventura Joseph del Castillo y Reyllo [2]. Este linaje había emparentado con caballeros y señores de diversos sitios, como era el caso de los Villaviciosa y Valladolid, pues no olvidemos que Doña Isabel de Villaviciosa era hija del Señor de Reyllo (casualmente el municipio que daba nombre al apellido de su esposo, junto con el enclave de Cañizares). Recordemos que Pedro Joseph era el propietario de Marín y Zarza. Los continuos pactos matrimoniales de la familia con otras gentes de un mismo estatus, harán que se incorporen blasones, que engrosaran los cuarteles de cada una de las ramas genealógicas a medida que trascurrían varias generaciones.

El relato de los Reyllo cuenta que en la iglesia de Arcas, se alzó en una de las gradas del altar mayor, justo al lado de evangelio, una lápida con letra gótica en la que estaba grabada una inscripción en la que rezaba lo siguiente [3]:

“Aquí yace el magnífico y noble capitán Francisco Reyllo Mogobrejo, que murió sirviendo a los Señores Reyes Católicos en la guerra y costas del Reino de Granada (…) y por debajo de la dicha inscripción parece estar grabado en dicha piedra un escudo de armas el cual se divide en cuatro cuarteles, y en el primero alto, y el bajo contrapuesto parece estar gastados y borradas sus divisas que lo que de ellos se reconoce parece eran algunos castillos, y en el cuartel alto izquierdo hay una flor de lis y en el bajo derecho contrapuestas cuatro bandas algo gastadas”.  Obviamente esta descripción corresponde con la referencia que los integrantes invocan en el progenitor del linaje y que según relataban fue el primero en recibir carta de nobleza.

Tal y como comentábamos anteriormente, el escudo fue mutando e incorporando diferentes apellidos, pues el texto continúa indicando [4]: “Se fue para ello a comparar con el escudo que tenía en 1696 en su casa de Buenache don Pedro José del Castillo y Reyllo, y que sitiaba en medio de las tres calles de San Pedro, San Miguel y el cubillo que hacen esquina y que tenía encima de la puerta principal: en su mitad principal a mano derecha con cuatro cuarteles. En el primero y más principal de dicha mitad del escudo una flor de lis. En el segundo y tercero por debajo de dicha flor de lis hay un castillo en cada cuartel con dos lebreles atados a las puertas de los Castillo y por debajo en el último inferior cuatro bandas. Y en la otra mitad del escudo estaba dividido en siete partes o cuarteles, en el primero alto de mano derecha un castillo con dos leones coronados atados a la puerta de él. En el cuartel izquierdo alto del lado de dicho castillo una flor de lis, y en el segundo cuartel de dicha mitad a mano derecha cuatro bandas y al lado izquierdo otro castillo con dos leones en la forma que el antecedente el dicho litigante dijo ser propias del dicho su apellido Castillo y en el quinto cuartel por bajo de los referido dos banderas con un epígrafe que dice Ave María, cuyas armas son del apellido Mendoza al tocarle por su madre Ana Garcés de Mendoza. En el último cuartel a mano derecha una cruz de San Juan y a su lado izquierdo cinco bandas que son del apellido Garcés de su madre. Por los lados de ese escudo salen los brazos de una cruz de la Inquisición de Ministro del Santo Oficio, junto con dos leones empinados agarrando con sus garras”.

Puerta de la capilla de la familia Reyllo en Buenache de Alarcón. Imagen proporcionada por Alicia Izquierdo

El acceso a la capilla se realiza por una puerta a base de barrotes torneados de madera que encaja dentro de un arco de corte clasicista: es decir, se trata de un vano elaborado a partir de dos pilastras coronadas por un friso decorado con una especie de triglifos o dentellones que soportan un arco de medio punto. Todo el conjunto revela rasgos, tanto por lo que se refiere a la arquitectura como por el uso del blanco y gris (herederos de la tradición renacentista miguelangelesca) de un barroco clasicista y quizá herreriano, precisamente por compartir esta tradición más austera, así como por el uso de los órdenes clásicos en la arquitectura, más que por un estilo cargado y churrigueresco que se puede ver en otros ejemplos.

La otra capilla que apreciamos en el templo perteneció a los integrantes de la familia Ximénez-Moreno. Su acceso es prácticamente igual al de la anterior, de ahí que otra vez la puerta está elaborada a base de barrotes enroscados de madera a partir de un vano en forma de arco de medio punto. Vemos como las jambas están decoradas con remates en frisos dóricos sobre colores ocres y tierra, dentro de lo que definiríamos como un estilo rural.

Armas que apreciamos en la zona superior de la capilla de los Ximénez-Moreno en Buenache de Alarcón. Imagen proporcionada por Alicia Izquierdo

En este caso el elemento que decora la zona superior de la verja es un medallón partido en tres cuarteles y cuyo borde en gules que los separa, ofrece una serie de cruces en aspa. En el blasón superior vemos lo que parecen ser las iniciales B y H, espaciadas entremedio por una orbe (globus cruciger). En la zona inferior, cortada en dos secciones, en la parte izquierda apreciamos una cruz floridesada, mientras que en el margen opuesto dos calderas (ambas figuras con esmalte dorado).

Reconstrucción aproximada de las armas presentes en la capilla de los Ximénez-Moreno (elaboración propia)

Por otro lado tenemos un conjunto de lápidas en el suelo de la Iglesia, donde hay grabados escudos, algunos de los cuales a continuación pasamos a describir. En este sentido, hemos de recordar que la zona más próxima al altar era un lugar privilegiado, que obviamente remarcaba la fortuna de sus propietarios, además de acercarlos mucho más a Dios. Ese era el caso de los Sainz de Zafra.

La genealogía de esta familia puede rastrearse a través de los libros parroquiales, así como por los datos que se adjuntan en el expediente para el ingreso de la Orden de Carlos III de uno de sus integrantes. Su apellido por línea recta de varón procede de la familia Saiz de Buenache, y de la que precisamente en un documento alusivo al Licenciado Pérez [5], se dice que eran cristianos viejos del lugar.

Obviamente los Saiz sabían cómo debían sacar rédito de sus intereses, por ello apoyarán la composición de su apellido en la línea de los Zafra, y que según el escribano que redacta el documento que éstos presentan para ser aprobados en la referida orden civil, eran reconocidos como miembros del estado noble desde tiempos inmemoriales [6]. En el mismo expediente se llega a realizar una descripción de las armas que poseerán: “dos cuarteles, el uno con un castillo de oro en campo encarnado y el otro con cuatro calderas en campo de plata”.

Reconstrucción aproximada de las armas de los Saiz de Zafra de Buenache de Alarcón (elaboración propia)

Antonio Sainz de Zafra, quien consigue ingresar en la orden, era hijo de Martín Saiz de Zafra Martínez, nieto de Alonso Saiz de Zafra Montero, bisnieto de Martín Ordoño Saiz de Zafra, tataranieto de don Juan de Zafra, 4to. nieto de Francisco Saiz-Izquierdo (marido de María García de Zafra, y de donde nace la unión del apellido), 5to. nieto de Juan Saiz-Asensio (marido de María Hortelano Saiz) y 6to. nieto de Francisco Saiz-Izquierdo e Isabel Saiz [7].

Otra de las lápidas más destacadas que observamos dentro del templo es la del Licenciado Tomás de Sancha Ayala, y cuya familia enlazó con los Salonarde (linaje de ricos ganaderos). Entre la piedra grabada se puede leer: “Aquí yace el Licenciado Doctor Tomás de Sancha Ayala, cura que fue de esta Iglesia, murió a 24 de agosto de 1694 (…)”. Por aquellos tiempos los Sancha Ayala tenían representación en la Hacienda Real, además de descender de regidores por el estado noble en las ciudades de Cuenca y Huete.

Sabemos por nuestros estudios genealógicos que el Licenciado Tomás era hermano de José de Sancha (quien estaba casado con Quiteria Antonia Salonarde y Salonarde, hija de Benito Salonarde y Quiteria Salonarde). Tomás y José eran hijos de José de Sancha Ayala (Regidor por Cuenca) y de Antonia de Cañaveras Guadarrama y Alcázar (cuya familia era sobradamente conocida en la ciudad de Huete), además de poseedora de una patrimonio destacado, tal y como se desprende por las escrituras de protocolos notariales vinculados con su familia.

Lápida de don Juan Martínez de Zafra. Año 1788. Imagen de Silvia Ojeda


Detalle del escudo del Licenciado Tomás de Sancha Ayala. Se aprecia una cruz floridesada sellada a una bordura con cruces en aspa, dentro del que se distingue un árbol con sus raíces, acompañado por lo que parecen dos granadas a sus lados. Fotografía facilitada por Alicia Izquierdo.

Realizadas estas descripciones heráldicas, esperamos en un futuro seguir comentando otras armas vinculadas con las élites del lugar, y que sin ningún tipo de dudas es necesario divulgar para analizar y entender una parte del pasado de las gentes que económicamente prosperaron en este municipio. 

David Gómez de Mora


Notas:



[1] Gómez de Mora, David, 2019. La capilla de la Inmaculada Concepción en Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[2] Archivo de la Real Chancilleria de Granada. Ejecutoria de hidalguía de Diego Ventura Joseph del Castillo y Reyllo Villaviciosa y Collado. Ref: 301-130-12. Año 1717

[3] Ídem

[4] Ídem

[5] Archivo Histórico Nacional. Sección Universidades, 533, expediente nº4.

[6] Archivo Histórico Nacional, 1827. Expediente de la Orden de Carlos III, nº1936. Sáinz de Zafra y Martínez del Castillo Martínez Olivares y del Castillo, Antonio.

[7] Gómez de Mora, David, 2018. Las élites de Buenache de Alarcón siglos atrás. Notas personales y apuntes genealógicos sobre las élites de Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).