Entre los diversos linajes del
ámbito local que se expandieron en la antigua Valera de Yuso, el de los Valero
es sin lugar a dudas uno de los que merece mención aparte. Ya desde el siglo
XVI (momento en el que leemos sus primeras referencias en los volúmenes sacramentales
de la iglesia parroquial), detectamos su expansión, como resultado de las
políticas matrimoniales originadas con los nativos de este pueblo.
La representación de este
apellido en otros enclaves de la tierra conquense es sumamente notoria, de ahí
que difícilmente puedan establecerse relaciones directas entre los mismos, pues
en algunas ocasiones poco o nada tendrán en común. Sabemos por ejemplo que en
el caso de los Valero oriundos de Vara de Rey (una pequeña localidad repleta de
hidalgos), sus integrantes estaban reconocidos como miembros del estado noble,
lo que sumado al surgimiento de variados personajes influyentes en el seno de su
familia, los hará despuntar entre las élites de la pequeña nobleza rural. Al
respecto, uno de los nombres más insignes fue el de don Francisco Valero y de
Losa, Obispo de Badajoz, y natural de Villanueva de la Jara, pero que como decíamos,
poseía ascendencia varaderreña por el
apellido paterno.
Heráldica de los Valero de Cuenca (un cencerro de oro con su collar)
según Revista Hidalguía, 1999 (se desconoce el color del campo, aunque en la
ilustración es representado en azur). Imagen de heraldicahispana.es
El caso de los nativos de Valera tiene
un menor recorrido social, tratándose de un numeroso conjunto de personas, adscritos
al eslabón de la pequeña burguesía rural, conformado por variados labradores, que
en algunos casos habían adquirido un peso destacado dentro de la política a
nivel municipal, además de representación en el ámbito eclesiástico.
Su punto de apoyo fue sin lugar a
dudas la estirpe de los Serrano, otro apellido del lugar, con un recorrido y
solera, que de modo similar, queda atestiguado por la documentación parroquial desde
el siglo XVI. Éstos junto con los Saiz de la Blanca y los Saiz de Valverde,
generarán un conglomerado familiar, del que aflorarán diferentes religiosos, que
durante la primera mitad del siglo XVIII destacarán entre los vecinos más
populares de la localidad.
Los propios Señores de Valera crearon
distintas capellanías, a las que podían opositar algunas familias, independientemente
de no existir parentesco con sus fundadores (los Ruiz de Alarcón). En este
sentido llegamos a ver hasta un total de seis, donde los valerosos (gentilicio del lugar), podían
obtener unos estudios pagados en teología, lo que a su vez daba nombre y
prosperidad al linaje. Esto retroalimentaba el crecimiento social del apellido,
pues sus componentes iban instituyendo memorias religiosas, que sumadas a la
tenencia de bienes agrícolas adicionales, les aportaban un papel influyente a
escala local.
Descendencia de Simón Valero. Genealogía familiar (elaboración propia)
A finales del siglo XVII era
presbítero de la villa el licenciado Simón Valero. Del mismo modo aparecerán
otros nombres, estrechamente vinculados con esta casa, así sucede con el Licenciado
Pascual Saiz de la Blanca o con el presbítero Licenciado Domingo Serrano.
Valgan pues estas notas como
referencias de tipo histórico y genealógico, que nos permiten conocer un poco
mejor la expansión y creación de un linaje, que por lo que concibe a la línea
que hemos estudiado y presentado en este artículo, nos lleva hasta Simón
Valero, vecino de Tórtola y cuya descendencia se instalará aquí en el siglo
XVI.
David Gómez de Mora
Referencias:
- Apuntes genealógicos de la familia Gómez-de Mora Jarabo.
Inédito.
- Archivo Diocesano de Cuenca. Libro III de matrimonios de
Valera de Abajo, 1649-1733.
- Cadenas (de) y Vicent, Vicente (1999). Heráldica patronímica
española y sus patronímicos compuestos. Hidalguía, Segunda Edición Aumentada.
Madrid.