domingo, 8 de marzo de 2020

Notas sobre las capellanías de Buenache de Alarcón a finales del siglo XVIII


En el Archivo Diocesano de Cuenca se encuentra uno de los volúmenes de capellanías de la localidad de Buenache, y cuya cronología abarca un período de más de setenta años (1791-1864) [1]. Resulta interesante el margen de fechas en las que se recogen datos sobre las diferentes fundaciones que fueron creando los vecinos del lugar, y que como veremos suelen estar asociadas a linajes locales que antaño tuvieron un peso notable en la estructura social del municipio, ya que se mencionan diversos miembros de las familias que representaban el brazo eclesiástico del pueblo.

A grandes rasgos se pueden contabilizar más de medio centenar de fundaciones entre vínculos y patronatos, junto 14 capellanías, sobre las que vamos a centrarnos en este artículo.

El listado completo es el siguiente:

1)      Capellanía laical de don Rodrigo Pacheco

2)     Capellanía del Licenciado don Mateo de la Parra

3)     Capellanía de don Diego de Reyllo

4)     Capellanía de don Pedro y García Ruiz de Alarcón

5)     Capellanía de don Juan de Solana

6)     Capellanía de doña Catalina Pacheco

7)     Capellanía de doña María de Mendoza

8)    Capellanía de don Juan Cerrillo

9)     Capellanía de don Pedro y García Ruiz de Alarcón (II)

10)  Capellanía de doña Isabel Rubio

11)   Capellanía de don Pedro Redondo

12)  Capellanía de don Rodrigo Pacheco (II)

13)  Capellanía del Licenciado don Pedro Hortelano

14)  Capellanía de don Diego de Reyllo (II)

Si analizamos los fundadores de cada capellanía, apreciaremos como media docena de éstas fueron creadas por miembros de la alta nobleza adscrita al Señorío de Buenache. No obstante quienes las disfrutarán no siempre tuvieron porqué ser descendientes o portadores de su sangre, pues como sucedía en multitud de ocasiones, este tipo de beneficios eclesiásticos podían adquirirlos vecinos del municipio que desearan emprender estudios religiosos. Todo dependía de las cláusulas que se imponían.

Sabemos que la capellanía laical de don Rodrigo Pacheco a finales del siglo XVIII estaba en manos del presbítero don Marcos Josef Coronado, mientras que la restante se hallaba controlada por el clérigo don Alonso García. Respecto a las establecidas por Pedro y García Ruiz de Alarcón, en 1791 una era de don Julián Lorenzo Coronado y la otra del sacerdote buenachero don Benito de Ávalos Salonarde.

Por último, dentro de este grupo habría que citar las de Catalina Pacheco (regida por don Gregorio Fermín Coronado), así como otra de la Señora Mendoza (adscrita al capellán Francisco Antonio de Villora). Todo esto a grandes rasgos indica que el linaje Coronado, será uno de los más poderosos dentro de la Iglesia buenachera. Nada que debería de extrañarnos, pues tal y como comentamos recientemente [2], los Coronado empezaron a proyectarse socialmente durante el siglo XVII, alcanzando su cota de poder entre la segunda mitad de la centuria siguiente y primeras décadas del XIX, obteniendo magistraturas y cargos de alto rango político, que iban más allá de las escribanías, alcaldías y presbiterados que a nivel municipal habían poseído sus antepasados en el municipio.

Puerta de la capilla de la familia Reyllo en Buenache de Alarcón. Imagen proporcionada por Alicia Izquierdo

Tampoco se nos puede pasar por alto la ascendencia de Benito de Ávalos Salonarde, quien llevaba en sus apellidos la historia de dos familias con mucha solera en el lugar, especialmente la segunda. Recordemos que los Ávalos [3] durante el siglo XVIII conseguirán que algunas líneas de la familia mejoren económicamente, para establecer relaciones con otras de un rango similar, y que les permitirán afianzarse como labradores con recursos.

Por otro lado el apellido Salonarde llevaba implícito un reconocimiento que no veremos en cualquier familia, pues a pesar de que la casa asentada por esas fechas en Buenache ya no contará con el poder acumulado de las líneas que dirigían  la producción de la localidad de Molinos de Papel, el linaje todavía seguía siendo un referente entre las familias del pueblo, pues nadie olvidaba su vinculación con las élites o los Clemente de Arostegui de Villanueva de la Jara.

Si en las fundaciones señoriales, los Coronado serán quienes se ocuparán de ostentar un mayor control, seguirá sin ser tan heterogénea la distribución en el resto de capellanías. Por ejemplo la del licenciado don Mateo de la Parra y que llevaba el título de las Benditas Almas estaba en manos del presbítero don Marcos Josef Coronado (el mismo personaje que tenía adjudicada una de don Rodrigo Pacheco).

Por su parte los Reyllo [4], seguían sosteniendo una de las dos creadas por el que fuera Prior de la Colegiata de Belmonte y fundador de las mismas (adscritas con un cargo de 100 misas), además de la capilla familiar que todavía existe en la Iglesia de San Pedro Apóstol. Como decimos, en 1791 una era propiedad de don Pedro del Castillo y Reyllo (presbítero de la ciudad de Cuenca), mientras que la otra estaba en manos de don Gabriel Ruiz de Lara, vecino de Villaescusa de Haro.

La capellanía del hidalgo conquense Juan de Solana [5] también fue importante, y del mismo modo que los Reyllo, éste acabó junto con su esposa alzando una capilla para sus familiares, gracias a la que los Ximénez-Moreno comenzaron a ensalzar su nombre dentro del extrarradio local. En esta ocasión vemos como los Coronado tampoco dejaban pasar la oportunidad, motivo por el que don Gregorio Fermín Coronado se hizo con la posesión de esta segunda fundación religiosa.

Otra de las capellanías buenacheras fue la creada por Juan Cerrillo, de la que a finales del siglo XVIII era poseedor don Francisco Antonio de Villora. Notorio era que los Cerrillo integraban el conglomerado de la pequeña burguesía local [6], consiguiendo acrecentar sus influencia, y llegando a tener alguno de sus integrantes cargos de responsabilidad militar. Entre nuestros apuntes tenemos constancia de que don Juan de Cerrillo, presbítero fallecido en 1745, era hijo de Juan de Cerrillo y Ángela García. Un hombre que sin ninguna duda ayudó a la proyección del apellido de su familia.

Línea destacada de los Cerrillo (apuntes genealógicos). Elaboración propia

A continuación seguiría otro beneficio eclesiástico creado por una saga de ricos labradores y cuya artífice fue doña Isabel Rubio, de la que era poseedor en 1791 el presbítero don Luís de la Parra. “Isabel Rubio, hermana de nuestra antepasada Quiteria Rubio, consiguió generar una capellanía que luego fue reclamada por los miembros varoniles de la nobleza, ya que su hermana Quiteria casó con don Matías de Buedo, representante de un destacado linaje que junto con los Ruiz de Alarcón controlará las riendas de Buenache. Será a través del enlace y su cuñada Isabel, como los descendientes podrán optar a la posesión de una de las capellanías más importantes de la historia del municipio. Una serie de estrategias matrimoniales que vislumbran como las mujeres más poderosas acabarán influyendo en la planificación de diferentes enlaces que reforzarán el poder de las élites” [7].

Los Rubio habían entroncado con los Parra en más de una ocasión. Y éstos durante la primera mitad del siglo XVII podríamos considerarlos como uno de los linajes más poderosos del municipio por tener varios párrocos, además de representatividad dentro del Santo Oficio, llegando incluso a ocupar puestos en la propia Catedral de Cuenca.

La capellanía de don Pedro Redondo en 1791 estaba bajo el poder de don Alonso García (el mismo que ya poseía una de las que dejó Rodrigo Pacheco). Los Redondo fueron una familia que consiguió progresar entre la pequeña burguesía local, gracias a políticas matrimoniales con linajes de características similares como los Ramón. Finalmente, otra de las fundaciones que no podemos pasar por alto es la del Licenciado Pedro Hortelano. Un linaje que según hemos podido saber se reclamaba que fuese reconocido como miembro del estado noble.

Los Hortelano son una saga de labradores y mercaderes, que desde el siglo XVI tendrán un papel importante en la historia del municipio, teniendo representación en alcaldías, presbiterados e incluso en el Santo Oficio. Ya comentamos en su día que mención aparte merecía “el testamento del padre don Pedro Hortelano, clérigo que mandó enterrarse en la sepultura de sus padres (que estaba junto al púlpito), y que se hizo cargo de 210 misas, además de pagar los costes de una casulla para la iglesia del municipio” [8]. Sabemos que el propietario de esta capellanía en 1791 era don Francisco Ramírez, presbítero de Villar de la Encina.

No olvidemos que aparte de las capellanías, existían todo un conjunto de fundaciones, en las que entrarían los patronatos y vínculos, donde la cantidad de patrimonio concentrado podía ser remarcable, cuestión que hace escaso tiempo ya tratamos [9]. Y es que la sociedad rural de Buenache, como la existente en otros enclaves de nuestro territorio conquense, hay que dejar de entenderla como un conjunto de familias subyugadas a los intereses de un Señor. 

Obviamente había algo más, y ahí entraban los variados linajes locales (fuesen o no allegados al círculo de éstos), que gracias a la tenencia de un patrimonio y recursos agrícolas o agropecuarios, podían asentarse con una comodidad más que aceptable. Líneas secundarias y apellidos variopintos de otras casas, eran uno de los muchos representantes de este grueso social. Hecho que como curiosidad lo apreciamos con los Ramírez del lugar, quienes estaban adscritos al círculo de la pequeña nobleza local, intercalando su designación de diferentes formas, bien bajo la del poderoso Ramírez de Arellano como de Haro-Toro, Martínez Ramírez o incluso Martínez, adscribiéndose en realidad todas ellas a una misma familia [10].


David Gómez de Mora


Notas:

[1] Archivo Diocesano de Cuenca. Libro de capellanías y fundaciones de Buenache de Alarcón (1791-1864). Sig. 24/50. P-598

[2] Gómez de Mora, David (2020). Notas sobre la familia de los Coronado en Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[3] Gómez de Mora, David (2019).  Datos sobre la familia Ávalos en Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[4] Gómez de Mora, David (2019). La capilla de la Inmaculada Concepción en Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[5] Gómez de Mora, David (2019). La capilla del Santo Cristo de la Viga de los Ximénez-Moreno en Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[6] Gómez de Mora, David (2018). Las élites de Buenache de Alarcón siglos atrás. Notas personales y apuntes genealógicos. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[7] Gómez de Mora, David (2017). Notas sobre el poder de la mujer en las tierras de Cuenca. El caso de Buenache de Alarcón y Piqueras del Castillo. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[8]   Gómez de Mora, David (2018). Las élites de Buenache de Alarcón siglos atrás. Notas personales y apuntes genealógicos. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[9] Gómez de Mora, David (2019). Datos sobre linajes y propietarios agrícolas en Buenache de Alarcón durante los siglos XVI-XVIII. En: davidgomezdemora.blogspot.com

[10]  Gómez de Mora, David (2018). Los Ramírez de Arellano en Buenache de Alarcón. En: davidgomezdemora.blogspot.com

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).