viernes, 27 de marzo de 2020

Notas sobre la familia Torrijos en Villarejo de la Peñuela


Desde siglos atrás, a pesar del modesto protagonismo que en la perspectiva histórica ha tenido el enclave de Villarejo de la Peñuela, tenemos constancia de como muchos de sus vecinos aprovechaban a fondo los recursos agrícolas que producían sus campos, especialmente los frutos y géneros hortícolas ubicados en su parte baja, y que gracias a la privilegiada disposición junto a una zona de ribera, no proliferaban del mismo modo en otros municipios del área circundante.
La ubicación de Villarejo en el fondo de un valle, alimentado por aguas fluviales, unida a la disponibilidad de un terreno fértil, le otorgaban aun mayor singularidad. Una de esas familias eran los Torrijos, un pequeño linaje que a tenor de nuestras investigaciones genealógicas, parece que llegarían hasta el municipio durante el siglo XVI. Las políticas matrimoniales de sus integrantes no distaban excesivamente de la tradición hermética que imperaba en el lugar.
Durante el momento del Catastro de Ensenada el alcalde de la localidad era el señor Miguel de Torrijos, quien había entablado matrimonio en 1724 con Pascuala del Rincón y Redondo, dos apellidos también con historia dentro del pueblo. Recordemos que los Rincón se hallaban extendidos por otros muchos sitios de esta región (acusados de judaísmo en origen, pero con reconocimiento como miembros del estado noble en determinados asentamientos. Hechos que por norma general solían estar asociados).
En los tiempos del catastro, Villarejo era un enclave apartado de los principales núcleos de influencia, un tanto alejado de Cuenca, pero posicionado en una zona provechosa de la Alcarria, que no distaba de la “capital” optense.


Delimitación del término de Villarejo de la Peñuela (pares.mcu.es)
El cerezo fue uno de los productos explotados por los lugareños, teniendo cierto reconocimiento más allá de la localidad, pues existían diferentes variedades de este árbol. Las gramíneas también eran numerosas, de ahí los campos de trigo y cebada que los labradores trabajaban sin olvidar sus viñedos.
Por norma general los agricultores con patrimonio serán las caras visibles de la política local, y en ese sentido cabe reseñar la familia del que por aquellas fechas era el alcalde de la villa. Miguel de Torrijos no vivía nada mal, su esposa era la hija del escribano notario, hecho que unía una vez más sendas familias. Sabemos que uno de los hijos de Miguel y Gerónima de Cañas fue Jorge de Torrijos, fallecido en 1759 con manda de cien misas. La hermana de éste se llamaba Rosa, casada en 1722 con Antonio de Ocaña (y encargada de solicitar una cifra de misas casi idéntica tras su muerte). Precisamente Antonio fue quien mayor cantidad de producción (en uvas, cerezas y guindas) transportaba con sus caballerías a mediados del siglo XVIII fuera de la localidad.
Recordemos que Miguel era vástago de Andrés de Torrijos y Paula Pérez Romo (casados en 1671). Andrés era a su vez hijo de Miguel de Torrijos y Catalina García. Éste tuvo una hermana llamada Isabel, fallecida en 1682 con pago de ciento setenta misas. Otra de las familias que establecerá matrimonios con la casa de los Torrijos serán los Saiz (propietarios agrícolas en muchas de sus líneas, y sobre los que hemos dedicado algunas reseñas en otros artículos que incumben al pueblo). Y es que después de Antonio de Ocaña, el siguiente exportador en importancia era el labrador Miguel Saiz, esposo de María López-Saiz.
Sirvan pues estas modestas notas genealógicas, para entender un poco mejor que personalidades y linajes locales, ostentaban cierto protagonismo en el Villarejo de siglos pasados.

David Gómez de Mora

Referencias:

*Apuntes de la genealogía familiar. Inédito

* Archivo Diocesano de Cuenca. Libro I de matrimonios (1626-1764), Sig. 113/10. P.2121

* Archivo Diocesano de Cuenca. Libro III de defunciones (1623-1764), Sig. 113/14. P. 2125

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).