lunes, 20 de abril de 2020

El Barón de Herbés y Vinaròs. Breves apuntes

Uno de los grandes protagonistas de los inicios de la primera guerra carlista en estas tierras del norte de Castellón, fue el insigne Barón de Herbés, don Rafael Ram de Viu i Pueyo, quien además de ostentar tan honroso título, representó a su vez el del Condado de Samitier, obteniendo una grandeza de España que le llegaría a título póstumo, tras dar su vida por la causa carlista.

El Barón fue un militar y político incansable, que asumió cargos significativos, que le dieron mayor prestigio. Su aportación a la lucha con el bando rebelado fue escueta, pero suficientemente importante, ya que marcaría la senda de lo que luego serían los pasos heredados por don Ramón Cabrera (el Tigre del Maestrazgo). Recordemos que don Rafael, se alzó en armas durante el noviembre de 1833 a favor del pretendiente Carlos V, siendo varias semanas después cuando éste sería fusilado en tierras turolenses.

Sobre la biografía de su familia, ya dedicamos un apartado de tipo genealógico años atrás, en el que indagábamos la historia de su baronía, y cuyas raíces se remontan hasta el siglo XIII, tras la creación del Señorío de Herbés (Gómez de Mora, 2014, “El Señorío y Baronía de Herbers"). Se cree que su ascenso a Corregidor-gobernador de la capital del Turia en verano de 1828, pudo ser el detonante hacía una conversión ideológica, en la que agudizaría mucho más su perfil conservador.

Ram de Viu contaba con más de mil hombres a su disposición, a través de los que se fortaleció en Calanda, no obstante, los ataques ocasionados por los enemigos, le hicieron disgregar parte de su contingente, acabando después como prisionero junto con otros familiares, donde finalmente fue pasado por las armas.

Conocida era la residencia palaciega de la familia, y que está situada en lo que era el antiguo castillo del lugar de su baronía. Un edificio con detalles de valor arquitectónico, y elementos que datan del período final de la Edad Media, propio del gótico rural extendido por estas tierras.

Reconstrucción del Castillo-Palacio del Baró de Herbés. Imagen: 3dwarehouse.sketchup.com

El edificio tiene una planta rectangular, con refuerzo de sillares en las esquinas, disponiendo de dos pisos y desvanes, sobre un tejado árabe a dos aguas. Respecto la zona que comprende la puerta y el balcón, se endosa el escudo de su familia. La construcción alberga algunas partes de interés, como sucede con una muralla almenada, que salvaguarda a sus espaldas la residencia familiar.
La vivienda disponía de amplio espacio, donde siguió existiendo intacta la estructura de lo que era la vieja mazmorra, además de un salón para recepciones de considerables dimensiones, junto una zona de bodega.
Fachada principal del Castillo-Palacio de los Barones de Herbés. Imagen: Wikipedia.org
Sabemos que el aristócrata contaba con otras propiedades, entre las que se hallaba la residencia que tenía en la villa de Vinaròs, concretamente en lo que hoy sería la calle Socorro, y que por aquel entonces era la zona donde estaban asentados los caballeros del municipio.
Recordemos que por mediación de sus ancestros los Valls, el linaje recibirá el grueso de la herencia y mayorazgo que le valdrán la consecución de los bienes que representaban la baronía. Por lo que respecta a sus propiedades en Vinaròs, Borràs Jarque, en su crónica nos cuenta como éste tenía un huerto, conocido en el pueblo como del “Baró d’Herbés”, y que se situaba dentro de su residencia, y en la que parece estuvo antes de partir hacia Morella cuando proclamó su apoyo a la causa carlista.
Calle Socorro de Vinaròs, viario donde el Barón tuvo su residencia a la que acudía de forma temporal. Imagen: Google Street View
A partir del levantamiento iniciado el 12 de noviembre de 1833, comenzarán a integrarse a las filas vecinos que estarán dispuestos a luchar del lado de don Rafael. En Vinaròs conocido es el caso del linaje Covarsí, una familia de la pequeña nobleza local, encabezada por Cosme Covarsí, junto con sus tres hijos, quienes desde el principio tuvieron clara la necesidad de entrar en el combate. La concentración de vecinos que se alistaban fue efectiva de modo paralelo en los enclaves litorales de la franja septentrional de la provincia, donde vecinos de Benicarló, Peñíscola, Santa Magdalena y Alcalà de Xivert sumarían sus fuerzas a las filas que buscaban como bastión la capital dels Ports.
A partir de aquellos días Morella pasó a convertirse en el baluarte carlista, donde más de tres millares de milicianos armados mostraron su incondicionalidad. A principios de diciembre la ofensiva liberal obligaba a que éstos hubiesen de abandonar el sitio, mientras nuestros soldados se dispersaron por los escarpados montes de la Tinença de Benifassà. Para desgracia del Barón, éste ya no volvería nunca más a pisar suelo vinarossenc.
David Gómez de Mora

Referencias:
* Borràs Jarque, J.M. (1931). Història de Vinaròs. Tomo II

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).