viernes, 3 de abril de 2020

El linaje de los Lara y los Aterido en Huete. Notas genealógicas

Analizando las diferentes líneas de familias que conformaban las élites del barrio de Santa María de Atienza, entendemos la historia de una parte de la pequeña burguesía local asentada en esta circunscripción optense, y de la que vamos a presentar una muestra de algunos datos recabados a raíz de nuestras investigaciones genealógicas, relacionadas con los Lara y los Aterido, que en futuros artículos desearíamos seguir extendiendo.

No cabía ninguna duda de que estas dos estirpes estuvieron muy unidas, pues guardaban paralelismos sociales, que ya desde el siglo XVI les hizo crecer en un medio rural, donde los labradores con recursos, como las familias de artesanos acomodados, fueron haciéndose un sitio en la vieja economía local que demandaba la fuerza de vecinos de estas características.
Al respecto, existe una carta de poder de Ana Aterido, viuda de Luís de Lara, sobre un beneficio de Justa López (mujer que fue de Juan Aterido), donde se revelan de nuevo los vínculos familiares que existían entre sendos linajes. Sobre los personajes citados, se acompañan los nombres de su sobrina María Fernández de Aterido, como de su esposo Domingo de Zeza. El hijo de Luís y Ana era Luís de Lara Aterido, Jurado Perpetuo de Huete por el estado común (AMH, nº160). Precisamente, su hermana Justa de Lara, también estaba casada con otro vecino que ostentaba idéntica distinción.
Restos de la Iglesia de Santa María de Atienza en Huete. Imagen de wikipedia.org
En el mismo volumen se adjunta el testamento de Ana Aterido, quien manda ser enterrada con las prendas de la orden franciscana en la Iglesia de Santa María de Atienza, en la sepultura donde descansa su padre (Juan Aterido). En su funeral solicita que le acompañen todos los clérigos de la parroquia, entre los que estaban las comunidades del Cabildo de curas, beneficiados y capellanes de San Ildefonso, como de los conventos de Santo Domingo, San Francisco y la Merced. Entre sus exigencias se incluyen 1000 misas, de las cuales una cuarta parte se han de rezar en la parroquia de Atienza, incluyendo las de su primo el Licenciado Juan Muñoz, presbítero adjunto. Agrega a su vez una fiesta anual sobre una finca que poseía de 18 almudes.
Un dato que resulta interesante, es la mención de Ana sobre su zona de enteramiento, cuando agrega que “y mando que cuando se haga a la capilla de Nuestra Señora de Loreto, sita en la dicha parroquia de Santa María de Atienza mis herederos darán 30 ducados”. Pues en ese espacio, será donde los Aterido poseerán su sepultura familiar.
No todo acaba ahí, pues ésta detalla que en “su casa tiene criados labradores y pastores”, recordando además que su esposo había fallecido años atrás. Tampoco podemos pasar por alto el caso de María Fernández Aterido (AMH, nº 162), sobrina de la antedicha, y que en su testamento manda ser amortajada con el ropaje franciscano, previa presencia de clérigos y curas de Santa María de Atienza, además de reposar en la tumba de su madre (María Aterido), y que estaba en la sepultura que poseían en la capilla de Nuestra Señora de Loreto. Matiza que en el supuesto de no haber espacio disponible, su cuerpo fuese llevado a la tumba donde se hallaba su abuelo Juan Aterido, y que era la misma parte donde descansaba su tía Ana (la esposa de Luís de Lara). Cita como legitima heredera a su hija María de la Zeza.
Otra representante de este linaje sobre quien hemos encontrado datos en los fondos del Archivo Municipal es María de Lara, hija de Luís de Lara, quien tuvo una hermana llamada Quiteria de Lara, y que para retroalimentar mucho más las situaciones endogámicas entre la familia, casó en 1632 con Jacinto Aterido de Lara. Redactó su testamento en 1678, solicitando que su cuerpo fuese enterrado en el Convento de Nuestra Señora de la Merced de Huete, en la capilla de San José, donde tenía sepultura propia. Agrega que en el momento de su enterramiento estén presentes varias comunidades de religiosos (el Cabildo de señores curas y beneficiados y capellanes de San Ildefonso y de los Conventos de San Francisco y Santo Domingo de Huete). Manda también misas a diversos sitios, entre los que estaba el Convento de las hermanas esclavas de la parroquia de San Pedro de Cuenca (AMH, nº 193).
Relaciones genealógicas de las familias Lara y Aterido. Apuntes del autor

Decir que el Jurado Perpetuo era un cargo de prestigio, que acreditaba el poder de su representante, y que en este caso a pesar de adscribirse al estado del común (pues en Huete había distinciones entre nobles y pecheros), revelaba una vez más el peso de los Lara en la sociedad optense.
Las estrategias matrimoniales con linajes de un estatus similar, así como sus reiteradas planificaciones conyugales con los Aterido, reflejan parte de esa proyección, que gracias a la presencia de miembros dentro del clero local, reforzaba más si cabe el nombre de sus componentes.

David Gómez de Mora

Referencias:
* Apuntes genealógicos de la familia Gómez-de Mora y Jarabo (inédito).
* Archivo Municipal de Huete. Protocolos Notariales de Huete. Año 1669, nº160.
* Archivo Municipal de Huete. Protocolos Notariales de Huete. Año 1669-1671, nº162.
* Archivo Municipal de Huete. Protocolos Notariales de Huete. Año 1678, nº193.

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).