Antaño uno de los apellidos
extendidos entre la población caracenillense era el de la familia Alcázar. A
pesar de que ésta ya ha sido objeto de investigación en algunas ocasiones,
sigue habiendo bastantes lagunas genealógicas que nos ayuden a confirmar un lazo
común entre todos aquellos vecinos que fueron sus portadores, hecho entendible
si tenemos en cuenta la variedad de líneas que se fueron expandiendo por esta
región de la Alcarria.
Es muy factible que los Alcázar
de Verdelpino, Caracenilla y sus alrededores compartan un mismo origen, una
cuestión todavía por definir, pero que guarda interés, especialmente entre
ambas localidades, a la hora de establecer relaciones de tipo económico o de índole
familiar.
Sobre las varias líneas
del apellido, apreciaremos algunas asentadas desde la segunda mitad del siglo
XVI, destacando con especial interés la de los Alcázar-Montoya y los
Alcázar-Rubio.
Probablemente, ante
la afluencia de variados linajes que compartían idéntico apellido, la solución
fue solapar un segundo, que les ayudará a distinguirse del resto. Un recurso
que hemos observado de manera cotidiana en otros lugares de la zona en los que
se daba esta situación.
La casa de los Alcázar-Montoya es una
de las que por ahora hemos de seguir analizando, pues la aparición del segundo
apellido deberíamos buscarla como mínimo en algún antepasado que lo pudo portar,
y eso tuvo que ser durante la primera mitad del siglo XVI. El enlace más
antiguo hasta la fecha que hemos hallado es el de Juan de Alcázar con su esposa
Francisca de Arcas.
Este tipo de matrimonios, solía
forjarse entre familias con recursos, pues sabido era que los Arcas gozaban de
reputación en estas tierras, así en la ciudad de Huete integraban las filas del
estado noble. Uno de los hijos de Juan y Francisca fue Diego de Alcázar y
Montoya, representante vinculado con el Santo Oficio, fallecido en 1632. Su
hijo, Juan de Alcázar-Montoya, lo haría más tarde en 1678, con un pago de 700
misas.
Escudo de la
Inquisición. Imagen de sevilla.abc.es
Diego de Alcázar-Montoya y de Arcas,
había casado varias veces tras enviudar. En 1606 lo hizo con Juana de la
Fuente, y muestra de que pudo apalabrar varios matrimonios de sus hijos, lo
tenemos en que casualmente tres de sus vástagos, casan con tres hermanos de
otra familia recién instalada y de idéntico estatus social, los Garrote.
En 1644, Ana María de Alcázar-Montoya
de la Fuente casó con Pedro Garrote Saiz, así como su hermano Gabriel con Juana
Garrote Saiz. Un poco antes, en 1635, el otro hermano, Juan, fue el primero en celebrar
sus nupcias con Ana Garrote Saiz. Decir que tanto Pedro, como Juana y Ana, eran
hijos de Pedro Garrote de la Fuente y María Saiz de Alcázar.
Ya hemos advertido en alguna ocasión
que el nivel de vida existente en esta población durante el siglo XVIII era
bastante aceptable, lo que en parte se pudo deber a ese conjunto de lazos entre
familias de propietarios agrícolas, que no separarán en demasiadas partes sus
bienes, pues recaían muy a menudo entre los mismos círculos de personas.
De los tres referidos enlaces, nos
parece interesante la línea de los hijos de Juan de Alcázar y Ana Garrote, de
donde nacerán varios vástagos con miras de proyección, bien sea intentando
moverse en el mismo entorno del que venía la familia, como en las filas del clero.
Este último escenario será el escogido por Juan de Alcázar, quien ejerció como
párroco en la Iglesia de Santiago de Huete.
Línea
principal del linaje de los Alcázar-de Montoya (elaboración propia)
Otra de las ramas que prosperó con
este apellido fue la de los Alcázar-Rubio Sabemos que Juan de Alcázar (marido
de María Cano), falleció en 1617, pagando 100 misas y enterrándose en una
sepultura que había en el coro de la Iglesia de la localidad. Su nuera,
Merenciana de Alcázar, murió en 1680, con manda de 342 misas. La familia fue
proyectándose con el paso de las generaciones sin salir del municipio, entablando
alianzas con la línea de los Garrote, además de los Pérez, y que por aquellos
tiempos eran una de las principales casas que había en Caracenilla.
Línea principal de los Alcázar-Rubio (elaboración propia)
David Gómez de Mora
Bibliografía:
* Archivo Gómez-de Mora y Jarabo.
Genealogía familiar. Inédito.