En una zona estratégica de la
llanura conquense, junto a las inmediaciones del río Záncara, se alzan los
restos de una estructura fortificada, premeditadamente estudiada por hallarse
en un espacio donde convergen los caminos que conectan las localidades de Las
Pedroñeras, Belmonte, El Provencio y San Clemente. Sobre ese entorno se levantó
una torre con una altura cercana a los veinte metros, junto a la que se irían
adosando diferentes elementos constructivos, que finalmente consolidarían uno
de los puestos mejor fortificados a la redonda.
La idea de este edificio se la
debemos al acomodado Pedro González del Castillo, propietario influyente, con
disposición de recursos, y un pasado converso, que siguiendo con la política
tan habitual de la época, aprovechará la adquisición de nuevos dominios, para
insertarse en una sociedad donde cada vez iban pesando más las creencias
religiosas de los antepasados. Don Pedro se consolidó como el señor de este
emplazamiento, junto al de Santa María del Campo. Al
respecto, como ya ha venido indicando el historiador Ignacio de la Rosa, “Santiago el Quebrado era propiedad de
Rodrigo Rodríguez de Avilés, el antecesor de la línea bastarda de los Pacheco,
que consolidó su poder en el señorío de Minaya. Preso de los moros tuvo que
pagar un alto rescate, que le obligaría a vender en 1428 su heredad de Santiago
el Quebrado al doctor Pedro González del Castillo. Especial querencia debía
tener el doctor a este lugar pues aquí lo dispuso como primer lugar para que se
le enterrara y aquí mando construir el castillo que hoy se nos conserva” (De
la Rosa, 2016).
Imagen del complejo defensivo de Santiaguillo
(wikimedia.org)
Poco o casi nada
sabemos sobre que aspecto ofrecía este entramado defensivo durante su etapa más
primaria. Recientes investigaciones han planteado la presencia de una torre del
homenaje, que funcionaría como un elemento aislado, por iniciativa del Doctor Pedro González del Castillo. “En 1443, don Pedro fundó mayorazgo con las
villas independientes de Santa María del Campo Rus y de Santiago de la Torre,
las heredades de Las Pedroñeras y del Robledillo, una casa en Castillo de
Garcimuñoz y otras posesiones en Salamanca” (Salas coord., 2019, 26).
Mientras tanto, el hermano del
Doctor, Hernán González del Castillo mandaba alzar la torre vieja de San
Clemente. De este modo la línea de los Castillo dejaba huella en un marco
geográfico donde se vislumbraban unos planes de futuro que aparentemente pretenderían
expandir sus dominios en la región. Probablemente el atractivo radicaba en los
molinos dispuestos en el área fluvial que comprendía el territorio dibujado por
el curso del Záncara, en paralelo hacia el este con el río de Santa María del
Campo Rus.
Sobre la fecha de
construcción de la referida torre, se cree que ésta pudo edificarse entre 1428-1436,
a pesar de que algunos autores han señalado una antigüedad más extensa, que la
situaría en el siglo XIII. Sobre la técnica aplicada, observamos como la obra
se consolidó con “mampostería concertada,
reservando la sillería fina escuadrada para aperturas y esquinas. Originalmente
disponía de hasta tres plantas y un sótano en el que había un calabozo, pues
sabemos que estuvo allí estuvo preso un tal Miguel García en el año 1566. El
acceso al mismo se realizaba desde la parte superior mediante una soga” (Salas coord., 2019, 26).
Estudio estratigráfico en color de los cubos y el lienzo este de
la cortina de Santiago de la Torre; Verde: Fase I (S. XV), Fase II; Azul (S.
XV), Fase III (S. XV-XVI), Naranja: Fase IV (Finales del S. XVI-XVIII),
Amarillo: Fase V (S. XIX-1960), Magenta: Fase VI (1960-2011), Gris: Fase VII
(1960-2011), (Salas coord., 2019, 426).
Después del doctor, el
lugar estuvo controlado por don Juan del Castillo Portocarrero, seguido de don
Bernardino del Castillo y Portocarrero. Trascurridos los años, y dentro de la
centuria siguiente, se entrará en un punto de inflexión, que alterará la trama constructiva,
alejándose bastante de la idea con la que en origen se concibió.
David Gómez de Mora
Bibliografía:
* (de la) Rosa Ferrer, Ignacio
(2016). “Los Castillo o el malogrado intento de reducir San Clemente a
jurisdicción señorial (I)”. En:
historiadelcorregimientodesanclemente.blogspot.com
* Salas Parrilla,
Miguel -coord.- (2019). Cuenca, castillos y fortalezas. Autores: Miguel Salas
Parrilla, Rafael Moreno García, José Luis Rodríguez Zapata, José Antonio
Almonacid Clavería, Michel Muñoz García, Miguel Ángel Valero Tévar, Santiago
David Domínguez-Solera, Marino Poves Jiménez, José Ramón Ruiz Checa, David
Gallego Valle, Juan Ramón Arcos Conde, Jaime García-Carpintero López-Mota,
Miguel Romero Sáiz, Agrimiro Sáiz Ordoño, Miguel Ruiz Bricio, Jorge Jiménez
Esteban, Miguel A. Castillo Sepúlveda, 576 pp.