A finales del siglo XVI algunas
de las familias de labradores que había en la localidad de La Peraleja
comenzaban a concentrar un patrimonio agrícola que les permitía vivir mucho
mejor que a sus antepasados. Era sin lugar a dudas un periodo proclive para la
consolidación de una clase rural que conformará la pequeña burguesía local.
En ese círculo se movían
representantes de algunas casas como los Peñalver o los Palenciano. El
trascurso histórico de los primeros será bastante efímero por la falta de una
descendencia de varón que fosilizara
el apellido entre los habitantes del lugar, nada que ver con los Palenciano, y
que desde la primera mitad del siglo XVI ya estaban asentados, prosperando
numerosas generaciones que harán que su apellido perviviera con el paso de los
siglos.
Por ahora desconocemos los
orígenes de la familia Peñalver, y es que sólo tenemos constancia de quienes
pudieron ser dos hermanos, que casaron con otras integrantes de la familia
Caballero. La señora Agueda Caballero lo haría con Martín de Peñalver, dejando
la fundación de un vínculo tras fallecer en 1599, para que así su descendencia dispusiera
de tierras con las que poder trabajar. De sus hijos conocemos a Martín de
Peñalver -el mozo-, así como a Juan de Peñalver, marido de Isabel Palenciano.
Destacar como algunos de los integrantes de la familia destacarán por sus pagos
de misas y testamentos, hecho que nos evidencia una posición acomodada del
linaje desde el momento en el que aparecen en el municipio.
La familia Palenciano poseerá una
historia muy arraigada con La Peraleja, puesto que durante siglos y hasta la
actualidad éstos dejarán numerosas líneas genealógicas, que les permitieron
entroncar con múltiples linajes del municipio. Conocemos el caso de Juliana Palenciano,
hermana de Miguel Palenciano y María, quien casó con Francisco de Hernán-Saiz,
y que fundó un vínculo en el que aglutinó aquellos bienes que poseía. Entre las
personalidades que destacaron de la familia conocemos el caso de Pedro
Palenciano, que murió en 1649 con pago de 300 misas, una cifra idéntica que solicitará
tras fallecer en 1673 Diego Palenciano.
Genealogía
de las familias Peñalver y Palenciano durante la seguna mitad del siglo XVI en
La Peraleja. Elaboración a partir del programa geneapro. Apuntes personales
A medida que el linaje fue
acrecentando posibilidades de medrar socialmente en algunas de sus líneas,
veremos cómo aparecerán integrantes ocupando puestos destacados dentro del
brazo eclesiástico, una muestra que demostraba el crecimiento de la estirpe, y
que conocemos por las referencias que nos aporta Ángel Huete (2017)
en su estudio sobre la sociedad contemporánea de La Peraleja. En este sentido veremos
como se cita en 1629 que el padre Fray Alonso Palenciano, e hijo de
Benito Palenciano y Francisca de Zamora, era uno de los predicadores que había
en el Convento de Franciscanos de la ciudad de Huete. Pocos años después veremos
otro religioso que se hallaba en el Convento de San Esteban de Salamanca, se
trataba de Fray Benito Palenciano, quien además de ser maestro de novicios
ostentó el cargo de Prior de Talavera, Ocaña y Villada.
Con el
trascurso del tiempo, veremos cómo los Palenciano seguirían prosperando en
algunas de sus líneas. Lo cierto es que a pesar de no experimentar un cambio
brusco desde la perspectiva social, por no desarrollar una política de
matrimonios fuera que fuera más allá de los confines peralejeros (pues aquello
limitaba considerablemente las posibilidades de que el linaje cogiera más
fuerza), éstos tuvieron notable importancia en la localidad al sellar alianzas
conyugales con algunas de las casas de labradores mejor posicionadas, consiguiendo
ocupar así algunos de los cargos más destacados en el ámbito municipal.
David Gómez de Mora
Referencias:
* Huete Vicente, Ángel (2017).
“La Peraleja en la Edad Moderna (2)”. En: amigosdelaperaleja.org